Los nietos de los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía con apellidos Urdangarin y los Marichalar ya saben que no pueden poner un pie en Marivent mientras estén allí los reyes Felipe VI y Letizia, y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. En este sentido, algunas fuentes apuntaron el pasado verano que se estaba planeando un reencuentro multitudinario en Marivent con las tres ramas descendientes de los eméritos.
Sin embargo, este encuentro se fue al traste, según apuntaron algunas fuentes, a raíz de la presión de la reina Letizia para que no se llevase a cabo. Al parecer, las rencillas entre la consorte y sus cuñadas siguen vigentes. Ello, no obstante, no quiere decir que los Urdangarin o los Marichalar no puedan ir a Marivent a visitar a su abuela. Solo que deben hacerlo cuando no haya miembros del núcleo duro de la familia real.
Altercado entre la reina Letizia y la infanta Cristina en Marivent
Así las cosas, algunos nietos de la reina Sofía, en un momento u otro del pasado verano se desplazaron a Mallorca para visitar a la emérita. Algo que, sin embargo, no ha ocurrido ni ocurrirá este año. Y en este caso parece ser que también ha tenido que ver la reina Letizia, que tuvo un altercado con la infanta Cristina.
Según cuentan varias fuentes, la hermana del rey Felipe VI se desplazó a Marivent este verano para ver a Sofía, pero tuvo que hacer las maletas en cuanto llegó la reina Letizia, con la que tuvo algún tipo de incidente.
Los Urdangarin no viajarán a Marivent este verano
Se desconoce cuándo ocurrió esta escena. Fuentes como Esdiario apuntan que se dio cuando Letizia adelantó su llegada a Marivent, justo antes de los Juegos Olímpicos. Otras como Vanitatis apuntaron que ocurrió el fin de semana posterior a la ceremonia de apertura de los JJOO, a la que acudieron los reyes. Mientras Leonor y Sofía cogían el relevo a sus padres en París ese fin de semana, Felipe y Letizia volvían de la capital, encontrándose con la sorpresa de Cristina en Marivent. En ambas versiones, el final es el mismo: Cristina hace el petate y huye a la velocidad de la luz.
Este desplante no ha pasado desapercibido a los hijos de la infanta. Pablo, Miguel e Irene, que en otros veranos habían visitado Mallorca para estar con su abuela, optaron esta vez por mantenerse alejados. Incluso Juan, el mayor de los hermanos, quien rara vez visita Marivent, se ha sumado a esta decisión, reafirmando el descontento que sienten con la situación actual. Esta postura refleja no solo su rechazo a las restricciones impuestas, sino también un deseo de independencia frente a las tensiones que han marcado su vida familiar.