La Iglesia ha roto lazos con la Casa Real y se muestra muy molesta especialmente con la reina Letizia, a quien reprochan la escasa relevancia que ha otorgado a la institución religiosa durante sus más de diez años como monarca. A diferencia de la reina Sofía, que siempre dio un papel destacado a la fe y solía participar en numerosos actos con connotación religiosa, Letizia ha eliminado prácticamente cualquier vinculación con este ámbito. Siempre ha manifestado abiertamente su agnosticismo, nunca ha sido creyente y ha evitado todo tipo de ceremonias religiosas, incluso bodas o funerales.
Esta actitud también se ha reflejado en la educación de sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, quienes han crecido alejadas de las tradiciones religiosas, como ocurre con muchos jóvenes hoy en día.
Letizia desvincula a Leonor y Sofía de la Iglesia
Tanto Letizia como Leonor, heredera al trono, han sido objeto de numerosas críticas. Si la reina ya ha marcado distancia con la religión, se teme que cuando Leonor asuma la corona, la desconexión será total. Desde la Iglesia acusan a la monarquía de contribuir a la pérdida de influencia religiosa en España, al considerar que desincentivan la fe y el compromiso con la institución eclesiástica.
La Iglesia es consciente de la pérdida de poder en muchos países, uno de los más notorios, España. La religión está desapareciendo a pasos agigantados con el fallecimiento de las generaciones más antiguas y la llegada de las nuevas. Niños, adolescentes y jóvenes no tienen ni la más mínima vinculación con la religión. La gran mayoría no ha ido nunca a misa ni ha entrado a una iglesia. Ya hay padres que ni tan siquiera quieren bautizar a sus hijos o que hagan la comunión. La culpa de este cambio de mentalidad no radica en la corona, pero es cierto que Felipe VI y Letizia no han hecho nada por defenderla.
La institución religiosa ha hecho saber su descontento a Felipe VI con Leonor, ya que a Letizia es imposible dirigirse en estos aspectos. La reina se ha encargado de la educación de sus hijas, y lógicamente ha hecho que también puedan declararse agnósticas. En algunos actos religiosos, como la entrega floral a la Virgen del Pilar, la princesa no se santiguó, como tampoco lo ha hecho en otros compromisos religiosos. Letizia y Sofía tampoco lo hacen. También tienen claro que la princesa y la infanta no recibirán ningún acto religioso en su agenda institucional cuando sean mayores, así que con el futuro fallecimiento de la reina Sofía, la única que se encarga de estos compromisos, creen que desaparecerán totalmente de la escena. La Iglesia reclama un cambio de mentalidad para poder frenar este abandono de fieles devotos.