Que la reina Letizia nunca fue bien considerada por sus suegros es un hecho. No es ningún secreto que los eméritos Juan Carlos I y Sofía, nunca estuvieron de acuerdo con la elección de su hijo sobre quién iba a ser la heredera de la corona española. De hecho, se conoce que intentaron persuadir a Felipe para que abandonara aquella relación, del mismo modo que habían presionado en romances anteriores. Pero esta vez Felipe se plantó. No estaba dispuesto a renunciar a sus deseos una vez más. E incluso amenazó con renunciar a la corona si no le dejaban seguir adelante.

Entre los motivos que generaban animadversión a Juan Carlos I destacaban que Letizia era una plebeya divorciada hija de un taxista. Pero también sus sentimientos republicanos y comunistas. Iban en contra de lo que significaba la institución.

La Iglesia tampoco veía con buenos ojos a la reina Letizia

Pero Juan Carlos I y Sofía no fueron los únicos que no terminaban de ver clara aquella relación. Desde la Iglesia tampoco comulgaban con la elección de Felipe. Y es que Letizia es una persona agnóstica, sin creencias religiosas.

Letizia cara perdida GTRES
Letizia cara perdida GTRES

Jaime Peñafiel ya avisó en su momento. El cronista señaló que Letizia "ha demostrado públicamente que no es religiosa" y que debería tener cuidado, dado que España sigue siendo un país mayoritariamente católico.

A la Iglesia no le ha quedado otra que tragar. Aceptar que Letizia incluso haya anulado algunos compromisos institucionales relacionados con la religión que, en su momento, la reina Sofía protagonizaba encantada.

La Iglesia está molesta con la actitud de la casa real ante la presunta infidelidad de la reina Letizia

Sin embargo, la la Iglesia le ha molestado profundamente lo que ha trascendido en las últimas semanas acerca de la presunta infidelidad de Letizia a Felipe VI con Jaime del Burgo. Pero no el hecho de que la consorte haya podido tener relaciones al margen del matrimonio. Al fin y al cabo, Juan Carlos fue mucho peor en este sentido. Lo que realmente ha molestado a la Iglesia es que la casa real no haya reaccionado al asunto emitiendo algún comunicado. Ya se sabe: la mujer del César no solo debe serlo, sino parecerlo”. Y es que ya se sabe que las apariencias preocupan mucho a la institución católica. Mucho más que los hechos.

Para la Iglesia, que la casa real no haya desmentido las informaciones da a pensar que no se toman en serio el sacramento del matrimonio. Y en este sentido, Felipe y Letizia deberían dar ejemplo de puertas para fuera.