En la Casa Real no han empezado el mes de marzo de la mejor manera. Todo lo contrario. En Zarzuela han empezado mes con la peor de las noticias, una trágica muerte en la familia, ya que se acaba de saber de la muerte de Fernando Gómez-Acebo, hijo de la infanta Pilar, a los 49 años, por culpa de una insuficiencia respiratoria que arrastraba de hacía tiempo y que finalmente no pudo superar. Primo de Felipe VI y sobrino de Juan Carlos, era el pequeño de cinco hermanos: Simoneta, Juan, Bruno y Beltran. Una noticia triste para los Borbones, donde se ha demostrado una vez más cómo muchos de ellos pasan olímpicamente y van por libre. Ni en casos como estos, un funeral, pueden ir todos a la una. Sino que todo lo contrario. Letizia, dándole la espalda a Felipe, hundido, que se dirigía al íntimo entierro de su primo, en el tanatorio de la Paz de Los Tres Cantos, más solo que la una.
Sí, estaba la infanta Elena y los familiares más directos del difunto, pero se ha echado de menos a Letizia... Y no solo a ella. Porque otro ilustre de la familia también ha hecho mutis por el foro y ha pasado olímpicamente de ir a ofrecer su pésame y compañía a la familia de Fernando Gómez-Acebo. ¿Quién? El de siempre, el rey Juan Carlos. El emérito ha sido otro de las sonadas ausencias en el tanatorio, que ha decidido no volver ni para decir el último adiós a su sobrino. Después de un tiempo viviendo en los Emiratos Árabes, con nuevo destino en Suiza, ha encontrado una buena idea no solo no dejarse caerse por Madrid, sino dejarse ver en Baréin, en el inicio del mundial de Fórmula 1, en la primera carrera de la temporada que se ha disputado allí.
Juan Carlos, no solo "no se quiere perder el carrerón que vamos a vivir en Bahréin", como dicen en esta plataforma, no solo lo hemos visto como si nada con su muleta encima de un cochecito de estos para ir por los boxes, sino que no se ha tapado nada a la hora de protagonizar una imagen lamentable, que seguro que cuando lo ha visto, habrá hecho que su hijo Felipe escupa fuego por la boca. Y es que ha perdido el norte para hacerse una foto con Fernando Alonso, sonriente, como si tal cosa, mientras su sobrino, Fernando Gómez-Acebo, era despedido con el último adiós.
Una imagen lamentable, no era este Fernando al lado de quien tenía que estar Juan Carlos este fin de semana. Pero a él, como siempre, todo le resbala. Una imagen lamentable e inoportuna más de este tarambana.