Irene Urdangarin ve desde la distancia todo lo que está pasando los últimos días con su familia. La joven está en Camboya, haciendo un voluntariado, y donde ha recibido la visita de su padre Iñaki Urdangarin y su pareja Ainhoa Armentia, cosa que no le acabó de hacer muchísima ilusión, ya que desde la separación de sus padres, no tiene ningún tipo de ganas de relacionarse con la mujer que fue el detonante. Su madre, la infanta Cristina, está que trina con su ex y como va diciendo que no tiene un duro cuando no es del todo cierto, y además, para no tener un duro, cómo se las gasta (""Iñaki y Ainhoa Armentia habrían viajado a Camboya para pasar unos días con Irene. La pareja, que regresó el pasado 29 de abril, se habría alojado en el lujoso Hotel Grand Venus La Residence, en Siemp Riep"). Sin hablar del descalabro que supondría que Urdangarin entrara a concursar en el programa de Antena 3 El Desafío, un "rumor" que corre mucho por los pasillos y que tiene todos los Borbones alborotados.
Y con respecto a los hermanos de Irene, tenemos a Pablo desatando su pasión con su pareja Johanna Zott en un partido de balonmano del Fraikin BM Granollers, o a Miguel yendo a ver tenis al Mutua Open de Madrid. En los palcos VIP vimos ea tercero de los Urdangarin, pero no era el único Borbón. También había por allí Victoria Federica con su madre la infanta Elena o la reina emérita Sofía. Una Sofía que tuvo un curioso encuentro con otra mujer de su edad, y que tienen un importante nexo en común. ¿De quién hablamos? De Piru Urquijo.
Ella es la abuela paterna de Juan Urquijo, el primero y flamante novio de Irene Urdangarin. Una relación que nos sorprendió a todos. El hermano de Teresa Urquijo, mujer del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la hija pequeña de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, llevan ya unos meses de relación y todo y que no quieren hacer mucha ostentación pública de su amor, nos dicen que están encantados de la vida. Ellos y sus respectivas familias, aunque a Cristina en un primer momento no le hiciera demasiada gracia que dos parientes salieran (recordamos que Juan Carlos y Teresa de Borbón dos Sicilias, abuela materna del joven, son primos). Un encuentro curioso, donde hemos visto, por ejemplo, que la mujer tenía una mano lesionada. Pero todavía era más curiosa otra imagen que grabaron las cámaras, con Sofia y Piru, las dos abuelas respectivas, frente contra frente, como si fueran dos jugadores de fútbol en una disputa. O dos ciervos marcando territorio en medio de la montaña.
¿Un gesto de complicidad y afecto máximo? Quién lo sabe. Lo que sí nos dicen es que Piru es una persona entrañable y que Irene está encantada con la abuela de su novio.