Hace siglos que Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina partieron peras. Hace siglos que la hermana del rey y el exduque de Palma separaron sus vidas desde que una portada en la prensa del corazón removió los intestinos de la Borbón, al ver cómo su todavía maridito paseaba cogido de la mano por Vitoria con una chica rubia que no era ella. Hace siglos que Cristina e Iñaki van cada uno por su camino, él feliz al lado de Ainhoa Armentia. Pero aunque haga siglos de todo eso, todavía no han firmado el divorcio. ¿El anillo pa cuando?, pregunta JLo. ¿Los papeles pa cuando? se pregunta todo el mundo.
Es incomprensible cómo el matrimonio todavía no ha sellado de manera definitiva y legal su ruptura. Largas y más largas y a estas horas todavía son marido y mujer, aunque ya no quieran saber nada el uno del otro. Según explica Sílvia Taulés a la revista Vanitatis, dos de los motivos principales para posponer la firma del divorcio tienen que ver con aspectos penosamente mundanos y materiales. Y es que la infanta y el exjugador de balonmano se miran la pela al detalle, y hay conversaciones sobre qué pasa o qué pasará con una serie de propiedades que son de los dos: "Hay dos cuestiones que están alargando las negociaciones y que, pese a no tener suma importancia, no quieren dejar sin acordar. Se trata del piso de Bidart y de algunos de los regalos que recibieron cuando eran pareja".
Explica el citado medio que al estar en Francia, el apartamento no pudo ser embargado y es la única propiedad que comparten los dos de forma legal. Y no saben bien cómo se lo tienen que repartir. El otro foco de discusiones son algunos regalos, algunos buenos regalos que recibieron cuando era pareja. No hablemos de un microondas, de un busto del rey emérito o de un disco firmado por Julio Iglesias, nada decorativo o ningún electrodoméstico, sino que hablan de "objetos de valor que ambos compartieron durante tiempo y que ahora deben acordar si se reparten, si se venden y, si se vendieran, cómo se reparten esas ganancias". Hasta último momento, mirando cómo recoger cuatro duros más. Paralelamente, esta mañana del miércoles s la infanta Cristina, como diría Jordi Basté, se le atragantará el croissant.
Y es que si a la hora de desayuno se ha puesto a mirar la prensa del corazón, habrá visto cómo la revista Lecturas, en su portada, muestra una imagen de Iñaki Urdangarin. Una imagen que le habrá removido por dentro. Una imagen, y las de páginas interiores, que seguro que ya se esperaba que se hubiera producido, pero que verla por primera vez lo habrá entristecido profundamente. ¿Cuál? Ver a su todavía marido, feliz y cómplice con los hijos de su nueva novia. La revista muestra a Urdangarin y Ainhoa Armentia paseando en bicicleta, con ropa deportiva en ruta por un bosque de Vitoria, acompañados, "y esto sí que es más sorprendente, de uno de los dos hijos de la vasca".
Es la primera vez que vemos a Iñaki compartiendo una actividad familiar y en público con alguno de los hijos de su actual pareja, "días después de conocerse que la infanta ha paralizado el divorcio porque no quiere facilitarle que forme una nueva familia"... ¿Se pospondrá todavía más la firma del divorcio después de que Cristina haya visto estas imágenes?... Tiene pinta de que sí.
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