La semana pasada la Familia Real recibía una malísima noticia. El yerno de Juan Carlos II, Iñaki Urdangarin (aun es yerno puesto que no se ha divorciado de la infanta Cristina), se rompía el codo en un accidente de bicicleta tremendamente aparatoso. El ex jugador de balonmano estaba haciendo una promenade en bici, pero se daba de bruces a lo Mercedes Milà. Chapa y pintura: el hombro hecho coca, pero cabestrillo, a urgencias y paso por la sala de operaciones. Lo confirmaba su madre, Claire Liebaert: "Sí, sí, lo han operado".
Por las calles de Vitoria, las cámaras de Europa Press cazaban a Claire y se abalanzaban sobre ella para preguntarle acerca de su hijo. Claire tranquilizaba a muchos explicando que el ex duque de Palma "se encuentra mejor" y que "ya está en casa, de reposo, va con mucho cuidado". "Ya lo saben que lo han operado porque ayer también me preguntaron", les recordaba Liebaert a los periodistas rosas, antes de pedir que la dejaran en paz, puesto que estaba enfilando el camino a la Iglesia. "Voy a misa", subrayaba, visiblemente atosigada.
Sobre Cristina y Ainhoa
Sin embargo, al periodista le daba absolutamente igual que la mamá de Iñaki y abuela de Pablo, Miguel, Irene y Juan fuera a misa. Como si iba a un comedor social, a un parque de atracciones o a pegarse un chapuzón al río: él insistía. "¿Se ha interesado la infanta Cristina por el estado de Iñaki? ¿Y Ainhoa, le acompaña en todo momento ahora?", hurgaba. "Sí, sí, sí". Esa era la respuesta de Claire, hartísima, antes del definitivo y tajante "no quiero hablar del tema". Por fin la dejaban andar tranquila. Como una señora de pueblo, de Euskadi, que va a misa a reunirse con Dios. Solo quiere paz.
Su nieto más guapo: Pablo
Pablo Urdangarin es el nieto preferido de Claire. El jugador culé de handball tiene incluso un club de fans de tantas pasiones que levanta en Barcelona. Y no es para menos, lo tiene todo: pijo, catalán, joven, con figurín y con muchos amigos. La mayoría de ellos son de la zona alta o del más conocido como Upper Diagonal. Educado en Pedralbes desde pequeñito, Urdangarin se los lleva a menudo de farra o de vacaciones a su destino preferido. No es Sotogrande, donde sí que van su hermano Juan o su prima Victoria Federica, es Formentera. La menor de les Pitiüses es siempre el destino de verano habitual de Pablito. Lo tiene todo, y además es un nieto morrocotudo. Es por eso que es el preferido de la yayi Liebaert. Ella no lo dice en público, pero todos lo saben en privado. ¡Qué bonitos que son!