Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón han dejado de ser matrimonio. A principios de 2024, después de una incansable lucha con sus abogados, habrían llegado a un acuerdo de divorcio satisfactorio para ambas partes, aunque más bien quien ha salido totalmente beneficiado es el exduque de Palma. Juan Carlos, que se encargará de todos los pagos hasta el fin de sus días, le prometió que viviría tranquilo si aceptaba ingresar en prisión sin abrir la boca. El exjugador de balonmano tenía en su poder la posibilidad de enviar a todos los familiares a la cárcel o destruir la corona, pero no lo hizo, ni antes ni ahora.
El exjugador de balonmano ya es un hombre libre alejado del foco mediático, vive con Ainhoa Armentia en Vitoria, una casa que alquilaron para ambos, y pretenden casarse en un futuro para formalizar la relación. Entre tanto, la infanta Cristina se ha llevado el mayor golpe de su vida. La hija de Juan Carlos no quería facilitar el divorcio por la humillación pública a la que le han sometido, pero también porque estaba enamorada de Iñaki y creía que su matrimonio podría arreglarse. Todos pensaron que la relación del exduque con la abogada era tan solo un capricho.
Iñaki Urdangarin no se encargará de los gastos de sus hijos
Ahora se divorcia con dos millones de euros en la cuenta corriente y 25.000 euros mensuales para su disfrute. No le falta de nada, ya ni tan siquiera necesita trabajar ni meterse en nuevos líos. Quiere vivir alejado del foco mediático. Tampoco cuenta con escoltas, ya le han sido retirados, es un privilegio de Casa Real.
A pesar de contar con tanto dinero, Iñaki Urdangarin no se hará cargo de los gastos de sus cuatro hijos. Todavía continúan en formación a pesar de ser mayores de edad y sus progenitores deberían cubrir sus gastos hasta los 25 años. Así se ha acordado, aunque será Cristina quien se encargará de ello. El exduque no pondrá ni un solo euro.
Por su poca colaboración con la familia y su escasa atención a sus hijos, Iñaki Urdangarin ha sido criticado por mal padre. Iñaki sigue enfocado en construir su nueva vida con Ainhoa Armentia, aunque le gustaría poner solución a la mala relación con algunos de sus hijos como Irene y Miguel. Por ahora ninguno conoce a la abogada en persona, solo Pablo y a traición.