Iñaki Urdangarin apareció por Palma de Mallorca el pasado fin de semana de la mano de Ainhoa Armentia, su nueva pareja. El exjugador de balonmano provoca a Casa Real a pocos meses de estampar su firma para hacer efectivo el divorcio con la infanta Cristina. Lejos de quedarse callado, el exduque de Palma quiere vengarse. Él es el único que salió salpicado del caso Nóos, pero no el culpable. Si él hubiese querido y no hubiese cedido al chantaje, probablemente, Juan Carlos I y Cristina de Borbón también se hubiesen encontrado en problemas muy serios, así como la corona. Ahora quiere cobrar por su silencio, un precio muy elevado.
La infanta Cristina, asesorada por Juan Carlos I, piensa cumplir con todo lo que demande el padre de sus hijos, siempre que esté en su mano. Se habla de una pensión mensual con la que no tendrá que trabajar nunca más, una indemnización compensatoria de dos millones de euros y algunas propiedades. Además, se le mantendrán los escoltas y se le pagarán todos los viajes relacionados con sus hijos.
El fin de semana a todo lujo de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia
Felipe VI tiene muchas ganas de librarse de una vez por todas de su cuñado favorito que le está haciendo la vida imposible. La tensión en Zarzuela es más que evidente con el nuevo distanciamiento de los reyes. El exjugador de balonmano conoce todos los entresijos y sabe perfectamente donde atacar para conseguir su propósito. La visita a Palma ha sido una provocación en toda regla y el marido de Letizia ha intentado aplacarla con su aparición, igual que sucedió en Baqueira Beret.
Así que la visita de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia a la isla balear ha sido breve, pero les ha dado tiempo para mucho. De hecho, se filtró la fotografía de ambos comiendo en un exclusivo restaurante. Y aunque a día de hoy, las temperaturas todavía no son muy elevadas, la pareja ha disfrutado de la playa. Ambos se metieron el bañador en la maleta y han protagonizado la primera fotografía veraniega. No se han privado de nada. Él con un bañador corto en color amarillo y ella con un bikini rojo y flecos. Los dos lucían una espectacular forma física. También se les ha podido ver a bordo de un lujoso yate. No se han privado de nada. Vacaciones a cuerpo de rey, y nunca mejor dicho. Son los ‘nuevos ricos’, y más con el sueldo que le pagará todos los meses la infanta Cristina, la mujer humillada.