Iñaki Urdangarin ha conseguido su propósito. La infanta Cristina ha aceptado finalmente sus exigentes peticiones para firmar el divorcio y terminar de una vez por todas con la batalla legal. Hace unas semanas se reencontraron en un partido de balonmano de su hijo Pablo y su saludo y buena sintonía hacían presagiar que habían cerrado por fin el capítulo. El divorcio todavía no está firmado pero llegará en breve. El exjugador de balonmano ya habría recibido el primer millón de euros de los dos acordados, el siguiente lo recibirá una vez se firme el divorcio. Además, el sueldo que percibe de la infanta Cristina ha aumentado de los 6.000 euros a los 25.000 euros mensuales, todo financiados por Juan Carlos I. Casa Real necesitaba mantener callado a Iñaki Urdangarin como fuese. No obstante, si algún día rompe su silencio tendrá sus consecuencias y lo perderá todo.
Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangari ya pueden dar inicio a su nueva vida en Vitoria. Cada día están más unidos y enamorados, y ya hay quien vuelve a hablar de boda en un futuro próximo para formalizar la relación. Entre ellos no hay ninguna crisis, al contrario, la relación se consolida gracias a la firma del divorcio, ya no hay barreras. La abogada conoce a casi todos los hijos de Iñaki, tiene una especial relación con Pablo. Y pronto los tortolitos se irán a vivir juntos. Quieren empezar de cero y olvidar el pasado.
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia estrenan casa
La calma se ha instalado definitivamente en la vida de Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia. La pareja se conoció en el bufete de abogados Imaz&Asociados, mientras el exduque estaba con la condicional, una vez que consiguió la libertad abandonó el trabajo, pero con una nueva pareja. Ella continúa trabajando en el conocido bufete. Pero tal y como ha podido saber ‘El Español’, por poco tiempo. "Ella también quiere dejar atrás ese curro. Me han contado que su intención es ir de la mano de Iñaki, como socia, en el tema del coaching. Algo harán juntos y se montarán por su cuenta".
Ambos tienen grandes planes juntos. Una nueva vida. Por fin habrían encontrado una casa en Vitoria que cumpliría con todos sus requisitos. Llevaban viendo inmuebles desde finales del año pasado. "Es una inversión de compra", confían. Se encuentra la casa "en una buena zona de la ciudad, en una de las urbanizaciones más selectas y tranquilas”. Es el lugar en el que se veían cuando podían estar solos, su refugio, pero ahora podrán estar todos los días.
Ambos querían dar este pasos totalmente seguros y haciendo las cosas poco a poco. Cuando Iñaki hubiese firmado el divorcio y los hijos de ambos hubiesen entendido la situación, no había prisa. Ella por sus hijos, él más bien por su madre. Ahora mismo Iñaki vive con Claire. ”Ella va a respetar todo lo que haga su hijo, como siempre ha hecho, pero sus tiempos no son los mismos que los de Iñaki. También es verdad que, pese a estar bien de salud, tiene 86 años y existe la preocupación lógica. Iñaki está muy apegado a ella", se desliza.