Iñaki Urdangarin ha demostrado que está muy enamorado de Ainhoa Armentia. Su relación no era un capricho como creyó la infanta Cristina, estaban hechos el uno para el otro y aún piensan casarse en un futuro no muy lejano. El exjugador de balonmano salió de prisión con la idea de desvincularse totalmente de los Borbón. Su matrimonio con la hija de Juan Carlos I no funcionaba desde hace tiempo y era el momento propicio para poner punto y final a esta historia. Era la venganza que estuvo tramando durante sus años entre rejas para que el emérito, conocedor del caso Nóos, pague por ello.

Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia / GTRES
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia / GTRES

El exduque de Palma sabe demasiadas cosas de la familia real, ha compartido con ellos más de dos décadas y podría acabar con la corona, por ello Juan Carlos I pidió a la infanta Cristina que le mantuviese callado. En el proceso de divorcio es él quien salió beneficiado, a pesar de la humillación pública a la madre de sus hijos.

Juan Carlos I financia la vida de Iñaki Urdangarin, pero Felipe VI se la hace imposible 

Juan Carlos I se encargó personalmente en financiar la vida a todo lujo de Iñaki y Ainhoa Armentia. Él asegura que vive con una pensión de 900 euros al mes, un dinero que percibe por haber estado en la cárcel, como ayuda para su reinserción en la sociedad. Pero con ese dinero no puede mantener su elevado tren de vida. Botellas de champán de 2.000 euros, restaurantes de tres estrellas Michelin, compras en las mejores firmas, hoteles de cinco estrellas, viajes internacionales y un piso en la urbanización más lujosa de Vitoria, Ciudad Jardín. Se conoce que el emérito le financia esa vida de rico tanto a él como a su pareja, que ha dejado de trabajar desde que Iñaki se divorció oficialmente de Cristina. El marido de la reina Sofía le pagó dos millones de euros en concepto de indemnización  por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció por su silencio. Además, cobra 25.000 euros mensuales que a día de hoy financia el emérito mediante transacciones desde Suiza para librarse de la Hacienda Pública, pero el día de mañana será la infanta Cristina quien deberá continuar con los pagos.

Felipe VI no le tiene tanto miedo y no está dispuesto a ceder a sus chantajes y dar su brazo a torcer. El monarca fue quien le desalojó de la casa de Baqueira Beret cuando aún estaba en proceso de divorcio con Cristina, y también de Palma de Mallorca. En más de una ocasión para desafiar a la corona ha ido a los sitios típicos que frecuentaban.

Esta Semana Santa pretendían ir a Palma de Mallorca, pero no son bien recibidos en la isla. Felipe VI ha dado orden para que no se le abran las puertas, ni del club náutico.

Iñaki Urdangarin y Felipe VI
Iñaki Urdangarin y Felipe VI