Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia afianzan su relación. El exduque de Palma está muy enamorado. Nadie daba ni un céntimo por su noviazgo, pero va viento en popa a toda vela. Ya ha pasado más de un año de aquellas fotografías en las que el exjugador de balonmano paseaba tranquilamente por la playa de Biarritz de la mano de una mujer con melena rubia que recordaba a la infanta Cristina, pero realmente era la abogada. Se conocieron en el último trabajo de Iñaki mientras éste realizaba el tercer grado en prisión. Allí se enamoraron y desde entonces comparten mucho tiempo juntos.
Por ahora la situación de ambos es complicada. Los dos vienen de familias rotas. Ella es divorciada. También llevaba varias décadas con entonces marido. Tiene dos hijos en edad adolescente a los que les ha costado aceptar la separación de sus padres y conocer a la nueva pareja de su madre. Por otro lado, Iñaki se divorciará oficialmente en un par de semanas. Él es padre de cuatro hijos, en tan solo unos días todos serán mayores de edad.
Hasta que no se firme el divorcio, la infanta Cristina ha pedido a Iñaki Urdangarin que sus cuatro hijos no conozcan a Ainhoa Armentia. El exjugador de balonmano prefiere ser cauto y hasta hace muy poco tampoco hacía planes con la abogada y su madre, Clarie.
Iñaki y Ainhoa, cada vez más unidos
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia han alquilado una casa con opción a compra en unos años que se ha convertido en su nido de amor. Allí tienen la máxima privacidad. Aprovechan normalmente los fines de semana que los hijos de la abogada están con su padre, Manuel Ruiz. Sin embargo, cada vez pasan más tiempo juntos y comparten momentos con la madre de Iñaki, la persona más importante de su vida. Solo duermen juntos tres noches a la semana, aunque se ven casi todos los días.
El exjugador de balonmano y la abogada tienen planes de futuro. Aunque sea a largo plazo sueñan con casarse y formalizar su relación de esta forma. Su idea es vivir juntos en un futuro próximo y ver como les funciona en la convivencia diaria. Clarie podría venirse a vivir con ellos. Sería una boda por lo civil, tal y como revela Juan Luis Galiacho. Los cuatro hijos de Iñaki serían conocedores de las intenciones de su padre. Quienes no están tan de acuerdo con esta idea es Miguel e Irene. La más pequeña no se habla con su padre desde que engañó a su madre con Ainhoa.
Ahora mismo no hay nada ni nadie que pueda romper esta relación.