Miércoles. Día de portadas. Y nuevamente la revista ¡Hola! ha protagonizado la más sonada. Después de ver a Ana Obregón la semana pasada saliendo de un hospital de Miami, con gafas oscuras, con la que creíamos que era su nueva hija, conseguida por un vientre de alquiler, por gestación subrogada, este miércoles se han superado, con otra exclusiva: la niña no es su hija, sino que es su nieta, Ana Sandra, engendrada con material genético de su hijo fallecido hace 3 años, Aless Lequio:  "Esta fue la última voluntad de Aless, la de traer un hijo suyo al mundo. Lo que me ha permitido seguir viviendo cada día es cumplir esta misión", dice la actriz y ahora, abuela.

 

La competencia ha contraatacado con otras portadas donde el tema central era, evidentemente, el mismo. Lecturas, mostrando (imagen polémica que les ha comportado enormes críticas) a la madre de alquiler. ¿Y Semana? Poniendo el foco en la otra persona que ahora ha pasado a ser abuelo, el ex de Ana Obregón, Alessandro Lequio, que ha roto con la Obregón: "Me estoy enterando de cosas de las que no estaba al tanto".

 

Pero que el leer no nos haga perder el escribir. Que el monotema no nos distraiga de otras noticias de la prensa del corazón que se destacan este miércoles, como por ejemplo, el recuadro que ven en esta revista en la parte superior izquierda. ¿Quiénes salen? Iñaki Urdangarin y su pareja Ainhoa Armentia, en unas imágenes que no habrán gustado nada a la todavía mujer oficial del exduque de Palma, la infanta Cristina. Iñaki y Ainhoa, en la playa, disfrutando del calorcito, el sol y el agua, él con bañador amarillo, ella con un dos piezas rojo y floreado, con la parte de encima del bikini que está a punto de caerle, como se puede ver con las tiras que se aguanta con las manos la pareja de Urdangarin. Una Ainhoa y un Iñaki radiantes, cara de felicidad absoluta, y pasándole la mano por la cara a la hermana del rey con un gesto que no habrá sentado bien a la infanta, que era quien antes estaba por allí con él.

Cristina e Iñaki... eran otros tiempos

Y es que la parejita no ha escogido al azar su destino para estos días de sol y playa. Sabían bien qué se hacían, yendo a Palma, concretamente, a lugares que tiempo atrás visitó a menudo con su mujer Borbón, como el club de vela o alguno de los restaurantes de cabecera donde antes él y Cristina tenían las cenas románticas que ahora hace con Ainhoa Armentia. "Su visita a Mallorca ha sido tildada como desafiante, ya que esta isla está muy ligada a sus recuerdos a la Familia Real", escriben al citado medio. Para desafiante, el careto de Iñaki al volver a casa. Porque después de la escapadita, a Urdangarin le ha vuelto el mal humor, y ya lejos del sol, se ha mostrado tan arisco como de costumbre. ¿Cuándo? Cuando ha vuelto a su rutina de Vitoria. Acompañando a su madre, Claire Liebaert, se mostraba especialmente incómodo ante las preguntas de la prensa, que no ha dejado ni acabar: "No tengo nada que decir, muchas gracias," dice con mirada retadora.

Iñaki Urdangarin / Europa Press

Quizás es que tomó demasiado sol y se ha calentado más de la cuenta.