La cuenta atrás está en marcha. La consumación del divorcio de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin es cuestión de días. Un momento que será el pistoletazo de salida de los preparativos para una jornada que será muy especial para el ex jugador de balonmano y su pareja actual, Ainhoa Armentia.
La infanta Cristina ha dicho “sí” a todo. La hija del rey emérito Juan Carlos I ha dado el “ok” a todas las condiciones que Urdangarin le ha exigido en su separación. Iñaki, según apuntó el periodista Juan Luis Galiacho, reclamó dos millones de euros y un sueldo vitalicio de 25.000 euros al mes a cambio de guardar en el fondo del cajón las memorias que escribió mientras estuvo en la cárcel de Brieva, en la que revela unos cuantos secretos que comprometen a miembros de la familia real y a otros poderosos del entorno del emérito. Será él precisamente quien se haga cargo de los pagos que ha reclamado Urdangarin.
El divorcio de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina entra en la cuenta atrás
Llegados a este punto, todo está listo para firmar la separación definitiva. Un acto que tendrá lugar el próximo mes de junio, después del día 5. Y es que ese día Irene Udangarin, la benjamina de la familia, cumplirá 18 años. De esta forma Iñaki y Cristina podrán divorciarse en un notario, evitando pasar por el juzgado y las posibles filtraciones que se deriven.
A partir de este momento, Iñaki y Ainhoa podrán empezar con los preparativos para el gran día. Y es que según señaló el periodista mencionado, la pareja ya ha hablado de una posible boda. Galiacho apuntó que sería por lo civil.
Ya piensan en la boda
Mientras tanto. La pareja hace tiempo que vive bajo el mismo techo, construyendo una nueva vida en común y adaptándose a la nueva situación. Todo ello mientras allanan el camino con los hijos de Iñaki. Y es que no todos ven con los mismos ojos la posible boda entre Urdangarin y Armentia.
Los mayores, Valentín y Pablo Nicolás, ya han tratado el tema con su padre. Y le han hecho saber que están de acuerdo con este posible nuevo enlace. No saltarán de alegría, pero no intervendrán en los deseos de su progenitor.
Otra cosa son Miguel e Irene, los hijos menores de Iñaki y la infanta. Sobre todo la pequeña, que es quien peor lo está pasando con la situación. Es quien ha tenido más dificultades para aceptar la nueva situación. Sobre todo por el daño que este episodio ha hecho a su madre.
Cabe decir que por el momento ninguno de los cuatro hijos conoce todavía a Ainhoa. Desde el entorno de Iñaki le han recomendado que, hasta que no se concrete el divorcio, no dé ningún paso adelante. Una precaución que comparte Ainhoa, que también prefiere mantenerse al margen para no someter a más presión a su pareja y futuro marido.