Desde el inicio del romance entre Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia, muchos creyeron que se trataba de una aventura pasajera. Se especuló que solo era un episodio más en la vida del exduque de Palma, sin mayor trascendencia. Incluso su exesposa, la infanta Cristina, madre de sus hijos, tenía la esperanza de que él reconsiderara su camino y regresara a su lado. No obstante, el tiempo ha demostrado lo contrario. En lugar de desvanecerse con el paso de los meses, la relación entre Iñaki y Ainhoa se ha consolidado, sorprendiendo a muchos. Prueba de ello es que recientemente celebraron tres años juntos, aunque su romance solo se hizo público hace dos años, cuando se filtraron unas imágenes de ambos caminando de la mano en la playa de Bidart.
A pesar de los comentarios y las dudas que surgieron en torno a su relación, Iñaki ha demostrado con hechos que sus sentimientos por Ainhoa son genuinos. Ha tomado decisiones importantes para mantener su vínculo y ha mostrado una determinación firme para sortear cualquier obstáculo que se interponga en su felicidad. Sin embargo, no fue hasta que su divorcio con la infanta Cristina se resolvió completamente que decidió dar el paso de convivir con su pareja. Hasta ese momento, el exjugador de balonmano residía con su madre, una mujer mayor a la que no quería abandonar en su día a día. Por su parte, Ainhoa continuaba viviendo con sus dos hijos adolescentes, quienes en un principio no veían con buenos ojos la presencia de Urdangarin en la vida de su madre. Durante un tiempo, los encuentros entre la pareja solo eran posibles cuando los hijos de Ainhoa pasaban los fines de semana con su padre, tal como estipulaba su acuerdo de custodia.
Iñaki optó por actuar con cautela en cada decisión. Entendía que no podía apresurarse ni dar pasos en falso que comprometieran su estabilidad o la de su familia. Por ello, esperó pacientemente a que su divorcio con Cristina estuviera completamente finalizado antes de comenzar una nueva etapa. Además, consideró importante aguardar hasta que su hija menor, Irene, alcanzara la mayoría de edad, evitando así cualquier conflicto adicional con sus hijos.
Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia no pueden tener un hijo en común, pero no descartan casarse
En la actualidad, Iñaki y Ainhoa comparten un hogar y su relación se mantiene firme. Ambos han encontrado en el otro la estabilidad y la felicidad que buscaban, disfrutando de su día a día y haciendo planes en común. Incluso los hijos que Iñaki tuvo con la infanta Cristina han conocido a Ainhoa, pese a que inicialmente no tenían intención de hacerlo. Para Urdangarin, lograr la aceptación de sus hijos era crucial, pues consideraba que solo así podría sentirse plenamente feliz con su nueva pareja. Con el tiempo, les ha demostrado que Ainhoa es la mujer con la que desea compartir su vida.
Los rumores sobre un posible matrimonio entre Iñaki y Ainhoa han sido frecuentes en los medios de comunicación. Aunque hasta el momento no han concretado una boda, no descartan la posibilidad de oficializar su relación en el futuro. De llevarse a cabo, sería una ceremonia sencilla y de carácter civil, centrada en formalizar su vínculo y asegurar su bienestar mutuo ante cualquier eventualidad.
Por otro lado, Iñaki llegó a ilusionarse con la idea de tener un hijo con Ainhoa, considerando que un bebé consolidaría aún más su amor. Sin embargo, debido a la edad de ambos, este deseo no ha podido cumplirse, a pesar de que lo intentaron en varias ocasiones. Aun así, la pareja sigue adelante con su relación, enfocándose en los momentos que comparten y en los proyectos que aún tienen por delante.
