Iñaki Urdangarin ha demostrado que está muy enamorado de Ainhoa Armentia. Todos creían que sería una relación pasajera, pero se ha consolidado. Ya han celebrado sus tres años de amor. De hecho, la pareja ha dado un paso muy importante en su relación. Desde hace unos meses ya viven juntos en la lujosa urbanización vitoriana Ciudad Jardín, a muy pocos metros de la casa de Claire, madre del exduque de Lugo, de esta forma puede estar cerca de ella. Y es que las semanas que la abogada tiene a sus dos hijos, se va de casa.
Por ahora, ni los Armentia ni los Urdangarin tienen mucha relación entre ellos, pero Iñaki se ha encargado personalmente de que sus cuatro hijos y sus hermanos conozcan a la abogada. Ya hay una relación más cordial con ella. Incluso su madre le ha dado una oportunidad y ya ha dejado verse con ella, siempre sin perder el contacto y el cariño con la infanta Cristina.
Poco a poco van afianzando la relación y con proyectos de futuro. Si hubiesen sido más jóvenes a ambos les hubiese encantado la idea de formar una familia juntos, pero es algo que no se materializará debido a su edad. Sin embargo, Iñaki siempre ha decidido formalizar la relación por si el día de mañana le pasa algo a él. Así Ainhoa Armentia y sus dos hijos quedarían cubiertos, nunca tendrían problemas económicos.
Iñaki Urdangarin amenaza a los Borbón
La infanta Cristina no ha puesto las cosas fáciles a Iñaki Urdangarin. Igual que él ha pedido mucho dinero por su silencio aprovechándose de los Borbón, la hija de Juan Carlos I ha puesto una cláusula en el divorcio donde prohibe Ainhoa acercarse a sus hijos o a Iñaki casarse con ella. Si formaliza la relación, perdería todo el dinero que percibe por parte del emérito. Tendría que devolver los dos millones de euros que recibió en concepto de indemnización por el libro que le pidieron escribir y al que finalmente renunció, y los 25.000 euros mensuales que cobra de por vida, aunque ahora podrían ser 50.000, ya que según Juan Luis Galiacho, ha pedido más dinero.
Iñaki Urdangarin maneja mucha información y en cualquier momento puede entorpecer a la corona. El exduque de Palma sabe que tiene la situación controlada, aunque la infanta Cristina ponga trabas en su relación. O se casa con Ainhoa Armentia este próximo año o cuenta toda la verdad sobre los Borbón y el famoso caso Nóos. Letizia y Felipe VI tendrían muchas ganas de que se casase y de una vez por todas se olvidase de la corona y no diese problemas.