Iñaki Urdangarin ha cerrado un capítulo importante en su vida. Tras obtener el tercer grado, comenzó a trabajar en un despacho de abogados, donde conoció a Ainhoa Armentia. En ese momento, Ainhoa también estaba pasando por dificultades en su matrimonio, y terminó divorciándose antes de iniciar una relación sentimental con el exduque de Palma. Ambos mantuvieron su romance en secreto hasta que fueron sorprendidos paseando juntos por la playa de Bidart, tomados de la mano.
La infanta Cristina, esposa de Urdangarin en ese entonces, desconocía por completo esta nueva relación y, cuando se enteró, se sintió profundamente traicionada y humillada. Aunque era consciente de los problemas en su matrimonio, pues sus visitas a la cárcel de Brieva se hicieron cada vez menos frecuentes hasta desaparecer por completo, la noticia fue un golpe duro. Incluso después de que Urdangarin saliera de prisión, Cristina nunca lo visitó en Vitoria.
Pese a las especulaciones, la relación entre Iñaki y Ainhoa ha perdurado contra todo pronóstico. Aunque la infanta Cristina aún albergaba la esperanza de una reconciliación, creyendo que el romance de su esposo con Ainhoa sería solo una aventura pasajera, la realidad fue distinta. Urdangarin ha demostrado que su relación con la abogada es sólida y que ella es la mujer con la que quiere compartir su vida. Nadie podrá interponerse en su relación.
Sin embargo, el camino no ha sido fácil para la pareja. Ambos decidieron avanzar con cautela, enfrentándose a numerosos obstáculos, especialmente por parte de la familia de Iñaki. La situación fue particularmente compleja, tanto que el divorcio entre Urdangarin y la infanta Cristina no se concretó hasta principios de este año, dos años después de que su relación con Ainhoa se hiciera pública. De acuerdo con una de las cláusulas del acuerdo de divorcio, los hijos de la pareja no conocerían a Ainhoa hasta que el divorcio fuera oficial.
Los hijos de Cristina e Iñaki no quieren saber nada de Ainhoa Armentia
Cristina fue uno de los principales impedimentos en esta transición. No fue sino hasta este año cuando Iñaki decidió que sus hijos debían conocer a Ainhoa en persona. Organizó varios encuentros en lugares como Barcelona, Camboya, donde su hija Irene estaba realizando un voluntariado, y Reino Unido, donde vive su hijo Juan. Este esfuerzo de integración también se extendió a su madre, Claire Liebaert.
Claire, quien siempre se opuso a la relación entre Iñaki y Ainhoa, se molestó mucho cuando su hijo rompió con Cristina, especialmente por la manera en que lo hizo. La madre de Urdangarin siempre apoyó a la infanta Cristina, a quien considera una hija más debido a la estrecha relación que comparten. Incluso hoy en día, continúan pasando tiempo juntas.
Sin embargo, Claire finalmente ha aceptado a Ainhoa Armentia. Después de dos años, la abogada se ha integrado en la familia Urdangarin, como lo han captado las cámaras en diversas ocasiones. Recientemente, el exduque de Palma fue visto almorzando junto a su madre, su pareja y algunos de sus hermanos. Este gesto demuestra que la relación entre Iñaki y Ainhoa está más fuerte que nunca, a pesar de los rumores de crisis. Además, es una condición que Iñaki estableció para seguir teniendo contacto con la infanta Cristina, aunque parece que ya no habrá más vacaciones compartidas en Bidart, como solían hacerlo todos los años.