Cuesta creerlo en estos momentos, pero Iñaki Urdangarin no siempre fue la oveja negra en la casa real española. Antes de que saliera a la luz su implicación en el caso Nóos, era el más cercano a Juan Carlos I. En más ocasiones de las que se pueden contar, se les vio hacer planes juntos y ser cómplices. No obstante, su ingreso a prisión cambió esta relación de yerno/suegro. En esa etapa, cuando era señalado por las autoridades, cerró un pacto con el rey emérito que ahora espera que cumpla.
Han pasado muchas cosas desde el pasado 19 de enero. No solo empezó uno de los procesos de separación más mediáticos, sino que se hizo evidente que Juan Carlos I estaba al corriente de todo. De acuerdo con distintos medios informativos, la pareja de Iñaki Urdangarin y la Infanta Cristina llegaron a un acuerdo hace unos meses. Al parecer, el esposo de la reina Sofía tuvo mucho que ver en este pacto. Tras varias conversaciones telefónicas, padre e hija se encontraron en Abu Dabi y posteriormente en Ginebra para concretar los detalles de esta separación. Pero hay algo más, el emérito hizo un convenio con el ex de su hija antes de ser sentenciado a la cárcel.
Iñaki Urdangarin exige a Juan Carlos I cumplir su promesa
Tal y como señala Nacho Gay en una entrevista con Bekia para tratar el tema de su libro Urdangarin. Relato de un naufragio, Juan Carlos y su yerno tuvieron un entendimiento mutuo. Aparentemente, este se encargaría de su defensa en el caso Nóos. “Iñaki Urdangarin se negó para no sentirse más desprotegido de lo que ya se sentía”, asegura el periodista. Pero, al parecer, el ex balonmanista lo pensó bien. Pues asumió su responsabilidad y cumplió con el tiempo de privación de la libertad previsto.
“Se le dijo que en todo momento se le ayudaría de alguna manera a que la cárcel fuese un periodo lo menos lastimoso para él y que a la salida de la cárcel pudiera reinsertarse de la mejor manera posible”, confió el comunicador. La primera parte de este arreglo se cumplió, puesto que el padre de Irene Urdangarin estuvo en una zona estratégica y custodiada por “cuestiones logísticas y de seguridad”. Sin embargo, con menor influencia que antes, se presume que el soberano no ha podido cumplir la segunda parte del trato.
Lo cierto es que el padre de Felipe VI quiso evitar que el expresidiario implicara a la familia real. Según Vanitatis, la intención “era tener a Urdangarin tranquilo y contento, todo con el objetivo de que se acabaran las informaciones sobre ellos”. Esta política ha sido clave tanto para los privilegios recibidos durante y después de la cárcel, como en la separación definitiva de la pareja. Y, pese a que es muy difícil precisar, parece que el ex duque de Palma sí movió algunas influencias. Pues el mencionado periódico asegura que tiene muchas ofertas de trabajo y de “alto calibre”.
Todo apunta a que Juan Carlos I y la Infanta Cristina continúan intentando mantener a Iñaki Urdangarin controlado. ¿Se sabrá algo más del divorcio?