Iñaki Urdangarin ha señalado directamente a la infanta Cristina como responsable del comportamiento que su hija, Irene Urdangarin, ha desarrollado en los últimos años, una actitud que él considera de malcriada y que ha generado tensiones dentro de la familia. La hija menor del matrimonio entre el exjugador de balonmano y la hermana del rey Felipe VI ha seguido un camino que, según su padre, no es el adecuado para alguien de su edad y posición.
Irene, quien recientemente ha decidido estudiar en el Oxford Brookes, después de un año sabático marcado por el lujo y la comodidad, es vista por Iñaki como una joven a la que no se le ha inculcado la disciplina necesaria. Este año de descanso lo pasó en la Zarzuela, con todo tipo de comodidades, sin siquiera tener que hacer su propia cama. Según su padre, este estilo de vida despreocupado y sin responsabilidades ha sido el resultado de una crianza permisiva, tanto por parte de su madre como de su abuelo, el rey Juan Carlos, quien siempre ha consentido todos los caprichos de Irene.
Irene Urdangarin, como una auténtica reina en Zarzuela
El origen de esta situación está en el fracaso académico de Irene el pasado verano. Su hija tenía planes de estudiar en la École hôtelière de Lausanne, una de las escuelas de hostelería más prestigiosas del mundo. Sin embargo, Irene no logró superar las pruebas de acceso, lo que la llevó a tomar un camino más bohemio y alejado de la vida académica. A raíz de esto, decidió tomarse un año sabático en lugar de intentar mejorar sus resultados. Aunque pasó tres meses de voluntariado en Camboya, Iñaki no cree que esa experiencia haya sido particularmente transformadora ni que supusiera un verdadero esfuerzo para ella.
Para el exjugador de balonmano, la falta de disciplina de Irene no es algo que pueda justificarse únicamente por el mal momento emocional que atravesó debido al divorcio de sus padres. Iñaki entiende que el proceso fue difícil para todos, pero considera que la infanta Cristina ha sido demasiado permisiva con su hija, permitiéndole llevar una vida sin límites claros tanto en Ginebra como en Madrid. Esto, sumado al respaldo financiero ilimitado que ha recibido de su abuelo, ha contribuido a que Irene crezca sin la responsabilidad que debería tener a su edad.
Iñaki Urdangarin señala a la infanta Cristina por la desidia de Irene
Iñaki culpa también al apellido Borbón por haber contribuido a esta situación. Cree que el entorno real, con sus privilegios y la falta de consecuencias, ha sido perjudicial para la educación de su hija. Esta situación ha generado conflictos con Cristina, ya que Iñaki considera que Irene necesita una estructura más rígida y una educación más enfocada en el esfuerzo personal. Para él, es esencial que su hija aprenda el valor del trabajo y de la responsabilidad, algo que hasta ahora no ha sido prioritario en su vida.
Aunque el ingreso de Irene en Oxford Brookes puede parecer un nuevo comienzo, Iñaki sigue preocupado por el impacto de los años de permisividad y la falta de esfuerzo académico. Para él, la verdadera prueba estará en cómo Irene asume este nuevo desafío y si es capaz de dejar atrás la vida acomodada y sin responsabilidades que ha llevado hasta ahora.