Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina anunciaron su divorcio el pasado mes de enero después de dos años de una incansable batalla legal. El exjugador de balonmano se había enamorado de otra mujer, Ainhoa Armentia, y aprovechó esa oportunidad para vengarse de los Borbón. El exduque de Lugo pagó con la prisión por el caso Nóos, pero no era el único implicado en toda esa historia, Juan Carlos I o Felipe VI sabían muy bien de que iba la trama, incluso su mujer, la infanta Cristina, que se sentó en el banquillo de los acusados y el emérito consiguió que saliese libre sin cargos, hubiese sido un escándalo.
El padre de Juan, Pablo, Miguel e Irene estaba dispuesto a abrir la boca y contar toda la verdad, pero Juan Carlos consiguió frenar sus intenciones. Le prometió una buena estancia en prisión. Fue a una cárcel de mujeres, en Brieva, y estuvo en un módulo completamente solo. Podía ir al gimnasio, tenía otro menú, piscina, biblioteca, y televisión en una sala cómoda, con baño privado. Nada que ver con las reclusas normales. Además, el padre de Felipe VI le garantizó que si guardaba silencio, cuando saliese de prisión viviría como un rey, es decir, como él.
Iñaki Urdangarin se hace de oro con la corona, pero no salda sus deudas
Juan Carlos le ha pagado con creces el favor por no implicarle en la trama y perjudicar a la corona. Aunque está muy dolido, Iñaki no es capaz de hacer daño a la madre de sus hijos ni a ellos mismos. La pareja de Ainhoa Armentia recibió dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció. Además, cobraría 25.000 euros mensuales de por vida. Sin embargo, así y todo pediría mucho más. Juan Luis Galiacho avanzó que ahora serían 50.000 euros, 600.000 euros anuales, más del sueldo que percibe la infanta Cristina, que a fin de cuentas es quien se encargará de pagarle cuando fallezca el emérito.
Ahora mismo Iñaki Urdangarin vive como un rey y no tiene problemas económicos, de hecho, a pesar de su edad, no piensa volver a trabajar. Desde que se filtró esta información y dada su actitud, el exduque de Palma recibe presiones por parte de dos familias con mucho poder a las que les debe dinero, le ayudaron en el pasado y ahora ni tan siquiera salda la deuda con ellos.
Iñaki Urdangarin se está buscando demasiados problemas. Juan Carlos I le pide que finalice sus deudas para poder vivir tranquilo, y por consecuencia Casa Real también. Le reclaman millones de euros.