La historia de Jesús Rollán, uno de los mejores porteros de la selección española de waterpolo, es un relato de éxito, amor y traición. Ganador del oro olímpico en Atlanta 1996, su vida estuvo marcada por la gloria deportiva, pero también por una caída en picado que lo llevó a un final trágico. Sin embargo, lo que muchos desconocen es el papel que jugó Iñaki Urdangarin en su declive y cómo, cuando más lo necesitaba, le dio la espalda, dejándolo a su suerte.

La relación entre Jesús Rollán y la infanta Cristina fue mucho más que una simple amistad. La hija de los reyes eméritos llegó a estar profundamente enamorada del deportista, más de lo que jamás estuvo de su futuro esposo, Iñaki Urdangarin. Sin embargo, su vínculo no fue bien visto dentro de Casa Real, que consideraba que Rollán no era una influencia adecuada para la infanta.

jesus rollan urdangarin y la infanta cristina
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Jesús Rollán y la infanta Cristina: un amor prohibido

Uno de los episodios más comentados ocurrió en Barcelona, cuando Rollán, con Cristina de pasajera, condujo a toda velocidad, saltándose varios semáforos en rojo para escapar de los escoltas reales. Este comportamiento impulsivo generó preocupación en la familia real y contribuyó a que el romance no llegara a más.

Finalmente, Cristina terminó casándose con Urdangarin, pero su amistad con Rollán continuó. Y también la de Iñaki con Jesús. Sin embargo, lo que parecía un vínculo inquebrantable entre los tres terminó convirtiéndose en una historia de celos, abandono y traición.

A pesar de que Rollán había sido amigo cercano de Urdangarin, este nunca vio con buenos ojos la relación que había tenido con su esposa. Según varios testimonios, el exjugador de balonmano presionó a Cristina para que cortara toda relación con su antiguo amor. Poco a poco, Rollán fue apartado del círculo de la pareja, sumiendo al deportista en una profunda decepción emocional.

Jesús Rollán efe
Jesús Rollán efe

Urdangarin, los celos y el desprecio absoluto

Cuando Rollán comenzó a enfrentar problemas de adicción y depresión, la situación empeoró. Su caída fue rápida y dolorosa, y cuando su familia y amigos buscaron ayuda desesperadamente, Iñaki Urdangarin ignoró todas las llamadas.

El libro "Eterno, vida y muerte de una leyenda" expone con claridad el desprecio que sufrió Rollán por parte del marido de Cristina. La familia del deportista recurrió varias veces a Urdangarin, entonces vicepresidente del Comité Olímpico Español, pero este siempre tenía una excusa. "Está reunido", decían sus asistentes. Pero la verdad era otra: no quería ayudarlo.

Jesús Rollán murió solo y abandonado por aquellos que un día llamaba amigos. En sus momentos más oscuros, cuando necesitaba una mano que lo sostuviera, Iñaki Urdangarin decidió apartarse, sin importarle el destino del hombre que un día había sido su compañero y confidente.

A pesar de su ausencia cuando más se le necesitó, Urdangarin y Cristina sí acudieron a su funeral, mostrando un dolor fingido por alguien a quien ya habían dejado morir mucho antes.