Cuando Iñaki Urdangarin recibió la libertad en 2019 se instaló en Vitoria con su madre. Allí empezó a trabajar en un bufete de abogados, donde conoció a Ainhoa Armentia. Ya se había planteado un cambio de vida, sorprendió que la infanta Cristina no viniese a España para apoyarle y estar con él después de tantos años sin verle en el día a día. Algo hacía presagiar que el matrimonio estaba roto. El exjugador de balonmano tenía claro que iba a romper con los Borbón, pero no se iba a quedar de brazos cruzados. Juan Carlos I le prometió que si aceptaba su ingreso en prisión sin abrir la boca recibiría una importante compensación económica que le arreglaría la vida para siempre.

Iñaki Urdangarin recibió dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que una editorial le ofreció escribir y al que renunció, un gesto que el emérito agradeció. Además, cobraría 25.000 euros mensuales de por vida. Ahora mismo es Juan Carlos I quien se encarga de estas transacciones desde Suiza, para que ese dinero no figure en la Hacienda Pública, pero el día que fallezca será la infanta Cristina quien tendrá que continuar manteniendo la vida de rico de Iñaki y Ainhoa Armentia, su gran enemiga.
Iñaki Urdangarin no piensa volver a trabajar, vive de los Borbón
Y es que gracias a ese dinero Iñaki Urdangarin no se plantea en ningún momento volver a trabajar, según él no le llamarían por haber estado en la cárcel, pero no le faltan ofertas. Ainhoa Armentia también ha dejado de trabajar en el bufete de abogados. Los dos viven como ricos.
Iñaki y Ainhoa viven en una luna de miel constante. Viajan casi todos los meses haciendo turismo nacional e internacional. El fin de semana del día de los enamorados estuvieron en Palma de Mallorca, un sitio que se conoce a la perfección. Duermen en hoteles de cinco estrellas y degustan la gastronomía de la zona en estrellas Michelin. En alguna ocasión incluso se les ha visto beber botellas de champagne de 2.000 euros.
Él asegura que no cobra ni un solo euro de los Borbón, pero una vida de lujo sin trabajar y con una pensión que recibirá por haber estado en prisión no se puede permitir. Iñaki Urdangarin lleva una vida de nini millonario. Sin problemas, sin estrés y sin responsabilidades.
De hecho, ya vive con Ainhoa Armentia en la lujosa urbanización de Ciudad Jardín en Vitoria, donde también tiene casa su madre. Iñaki se distrae con el deporte, todos los días sale con su bici a hacer deporte y pasa la mañana en el club de pádel, como un millonario.
