La infanta Cristina lleva 25 años enamorada, pillada y obsesionada con Iñaki Urdangarin. Ha aguantado que robe y que le sea infiel. Cuernos y rejas. El rey Juan Carlos le pidió repetidas veces que se divorciara y su hermano Felipe le ha retirado el dinero y la palabra a la infanta por culpa del marido. Dos reyes contra Urdangarin y ella que no, que no se divorcia.
Mientras Urdangarin robaba a manos llenas dinero público de las Baleares, 6 millones según una sentencia condenatoria firme, Cristina se hacía la tonta: "No lo sé, no me acuerdo, esto lo llevaba mi marido"
Cristina se distraía, él robaba y ella sólo tenía ojos para un hombre alto, de 2 metros, fuerte y dicen los rumores que alguna cosa más. Este viernes Sálvame insistía: Urdangarin tiene unos atributos físicos masculinos poderosos. Y muestran estas imágenes:
Kiko Matamoros revela por qué firmaba no como duque de Palma sino como duque empalmado:
"Iñaki Urdangarin tenía un apodo en el vestuario del Barça de balonmano. Se puede contar, no es leyenda, lo he dicho en la reunión y todas se han quedado con la boca abierta".
"Tiene que ver con su condición física, está bien de músculo, tenía otro punto de apoyo. Si ves las imágenes cogidos de la mano se ve el bulto. Se le marca, estaba alegre, se ven sus dotes, su volumen. Para ir en bicicleta como va él es incomodísimo. Ostras, carga a la izquierda, una señora del público de plató está diciendo 'Es verdad'.
El tamaño importa o le importará a la infanta. En el vestuario era un apodo relativo a eso: burrito Urdangarin". Por las medidas de los animales equinos como el asno.
Esta teoría ya la hizo pública hace unos años Pilar Eyre, que Urdangarin va bien servido. Explica que el peluquero de la infanta a menudo se desplazaba a casa de los Urdangarin en Barcelona a hacerle el pelo a la hermana del Rey y allí se encontró una sorpresa.
El estilista decía que "Urdangarín se paseaba en calzoncillos por casa, veía sus músculos y su... uf, no me extraña que la infanta lo mirara con ojos de carnero degollado". Eyre hablaba de potencia: "El vigor que Iñaki Urdangarin paseaba por casa ante el peluquero de Cristina, al descubierto".
Esta playa de la foto en el País vasco francés ya es famosa, no por ser donde Urdangarin veraneaba con la infanta sino porque el duque sin ducado vuelve al lugar del crimen, con la nueva amante, Ainhoa.
Según Eyre y Matamoros para no divorciarse, la infanta tiene razones poderosas.