Las actividades ilegales que Iñaki Urdangarin llevó a cabo en el caso Nóos fueron lo que lo llevaron a prisión. Se dice que buena parte de la familia real estaba al tanto de todo, incluida la infanta Cristina. Sin embargo, fue Iñaki el que pagó los platos rotos. El cabeza de turco. El que fue usado como ejemplo para deslizar el falso mensaje de que todos los ciudadanos somos iguales ante la justicia.

Fueron muchos los salpicados por el caso Nóos. Las actividades delictivas de Iñaki Urdangarin y su socio, Diego Torres, provocó algunos daños colaterales. Y algunos artistas también se vieron afectados.

Ramoncín y Víctor Manuel se sinceran sobre la relación que tuvieron con Iñaki Urdangarin en la SGAE

Ramoncín y Víctor Manuel, ex miembros de la junta de la SGAE, recordaron recientemente en una entrevista en 'Anatomía de...' cómo la organización contrató los servicios del Instituto Nóos para mejorar su reputación. "Fue una situación ridícula", comentó Ramoncín entre risas, mientras describía la reunión con los representantes del Nóos, donde Urdangarin no estuvo presente durante toda la sesión.

ramoncin liarla pardo
Ramoncín en Liarla Pardo

Víctor Manuel, por su parte, recordó cómo el Instituto Nóos promocionaba la figura del rey Juan Carlos I. De hecho, según el músico, el rey emérito llegó a ser nombrado Presidente de Honor de la SGAE, un título que aparentemente validaba la operación delictiva de Urdangarin y Torres.

Acusan a Nóos de estafar más de 100.000 euros

Durante tres años, el Instituto Nóos logró estafar a la SGAE, obteniendo más de 100.000 euros al año. En total, Urdangarin y su socio sacaron 300.000 euros bajo el pretexto de mejorar la imagen de la organización. "Nos tomaron el pelo durante tres años", lamentó Víctor Manuel, destacando la sensación de traición y engaño que sintieron los artistas españoles involucrados.

Este episodio no solo fue una lección sobre los riesgos de la corrupción en las instituciones culturales, sino también sobre el poder de las conexiones políticas y sociales para manipular y explotar. El uso del rey emérito como una herramienta en la estrategia de marketing del Instituto Nóos resalta cómo las figuras públicas pueden ser instrumentalizadas para fines ilegales.