Iñaki Urdangarin está dispuesto a vengarse de la infanta Cristina y de todos los Borbón. El exduque de Palma sabe perfectamente cómo hacer daño a la madre de sus hijos. Juan Carlos I nunca se fio de su entonces yerno y en más de una ocasión le ha advertido a su hija que se separase del exjugador de balonmano, pero ella confió en él. Estaba enamorada y no veía más allá, hasta hace poco aún creía que el padre de sus hijos podía volver con ella. Cristina siempre pensó que Ainhoa Armentia sería algo pasajero, como muchas otras mujeres, pero la relación se ha afianzado y ya llevan tres años de feliz noviazgo luchando contra el foco mediático.
El exjugador de balonmano pagó con la prisión a cambio de una importante recompensa económica una vez que saliese de allí. Iñaki Urdangarin iba a beneficiarse de esta situación porque asegura que él ha sido un peón, lo pasó realmente mal entre rejas y por culpa del caso Nóos no tiene posibilidad de volver a trabajar. Juan Carlos es quien ha hecho de intermediario entre él y la infanta Cristina, ya que no conseguían llegar a un acuerdo económico. El guipuzcoano habría ingresado dos millones de euros en concepto de indemnización por las memorias que supuestamente le habría ofrecido escribir una conocida editorial y 25.000 euros mensuales de por vida. Un sueldo que le pagaría el emérito, pero el día de su fallecimiento sería la infanta Cristina quien continuaría abonándole mencionada cantidad.
La infanta Cristina no dejó que sus hijos conociesen a Ainhoa Armentia
La infanta Cristina también puso sus cláusulas durante el divorcio, una de ellas ya ha sido anulada. Según Juan Luis Galiacho, la hija de Juan Carlos I no permitía que sus cuatro hijos conociesen a Ainhoa Armentia hasta que firmasen el divorcio, por ello Iñaki no pudo reunir a todos hasta el año pasado. En verano hizo una ruta por todos los países en los que se encuentran sus hijos, y estas Navidades habrían cenado todos juntos por primera vez.
Solo eran rumores, pero no había ninguna prueba gráfica de ese momento hasta hace escasas semanas. Iñaki salió de excursión con Ainhoa Armentia y los hijos de ambos. El primer encuentro familiar al completo. Los paparazzi les captaron en su discreto paseo, pero no fue casualidad. El exjugador de balonmano habría llamado a los fotógrafos y les habría comunicado el lugar y la hora en el que estarían todos juntos. De esta forma podrían hacer la fotografía y que llegase a las manos de la infanta Cristina como venganza. Es una prueba para demostrarle que no ha conseguido su cometido y se ha quedado totalmente sola.