Iñaki Urdangarin decidió separarse de la infanta Cristina cuando ingresó en prisión, es algo que ya tenía claro, no quería que la corona siguiese haciéndole daño. Fue el único que pagó por el caso Noós, pero no el único culpable. Juan Carlos I le pidió que no dijese nada e ingresase en prisión. Cuando saliese le prometió una importante cantidad de dinero. Así ha sido. El emérito le realizó dos transacciones de dos millones de euros cada una como indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y al que renunció por silencio. Además, cobraría en la actualidad 25.000 euros todos los meses. Ahora mismo es el marido de la reina Sofía el encargado de todos los pagos hasta su fallecimiento, después lo hará la infanta Cristina.

El exjugador de balonmano se beneficiará de los Borbón mientras esté callado. Sabe perfectamente que tiene la sartén por el mango. Iñaki Urdangarin maneja información muy beneficiosa para él, cualquier medio de comunicación le daría millones de euros por su testimonio, aunque tampoco quiere problemas. Sabe información privilegiada que podría dañar más aún la imagen de Juan Carlos I y perjudicar a la corona.
Por más que Casa Real quiera, Juan Carlos I tiene mucha información que esconder. El emérito ha tenido dos perdiciones en su vida, las mujeres y el dinero. Pero también algunos vicios caros, como el alcohol.
Juan Carlos ha tenido problemas con el alcohol
Los problemas con el alcohol de María de las Mercedes se originaron en su juventud. Según se relata, encontró refugio en la bebida tras la trágica muerte de su hijo Alfonso, quien falleció debido a un disparo accidental de Juan Carlos I con una escopeta. En Villa Giralda estaba prohibido adquirir alcohol, pero esto no impidió que las botellas fueran introducidas de forma clandestina, ocultas entre libros. Los asesores de Don Juan intervinieron para ayudarla a superar esta situación, subrayando que no se trataba de un simple hábito, sino de una enfermedad que debía abordarse con seriedad. La reina Sofía, en un gesto de apoyo hacia su esposo Juan Carlos, impuso una estricta prohibición de alcohol en Zarzuela. Sin embargo, el rey emérito habría ideado sus propios métodos para eludir esta restricción, incluso extendiéndolo a sus relaciones personales.
El pódcast Corinna y el Rey sigue generando controversia. En su cuarto episodio, se describe al entonces monarca como alguien con problemas de alcoholismo. Corinna narra cómo Juan Carlos I y su esposo solían encerrarse en una tienda para consumir alcohol de manera excesiva hasta perder la noción de lo ocurrido. Pilar Eyre, en un vídeo, señala que esta descripción lo pinta claramente como una persona con serios problemas de dependencia al alcohol.
