Iñaki Urdangarin vive una vida de lujo a cuerpo de rey. El exduque de Palma viaja prácticamente todos los meses y se aloja en los hoteles más exclusivos. Hace un par de meses visitó a Irene Urdangarin en Camboya con Ainhoa Armentia, hizo lo mismo en Barcelona para ver a Pablo y en Reino Unido para ver a Juan. No se priva de nada. Compras en tiendas exclusivas y a cenar en los mejores restaurantes. Y todavía hay quien se pregunta cómo es posible que pueda llevar esa vida con cerca de 500 euros como subsidio tras salir de prisión.
El pasado mes de enero se confirmó el divorcio con la infanta Cristina. Por fin habían llegado a un acuerdo satisfactorio para ambas partes, aunque Iñaki era el único que salía beneficiado. Tal y como reveló Maica Vasco, el exjugador de balonmano recibió todo el dinero que pedía a manos de Juan Carlos I, como el prometió, desde Ginebra. De esta forma está exento de la Hacienda Pública. Según Juan Luis Galiacho, ingresó dos millones de euros en concepto de indemnización por unas famosas memorias que una editorial le ofreció escribir a cambio de esa cuantía, y 25.000 euros mensuales de por vida para que nunca le falte de nada ni tenga que preocuparse por volver al trabajo. Es el emérito quien se encarga todos los meses de darle esta cantidad como una donación. Aunque el día de su fallecimiento será la infanta Cristina la encargada.
Iñaki Urdangarin rechazó una oferta por 200.000 euros
Este es el motivo principal por el que de momento Iñaki Urdangarin no mueve un dedo para encontrar trabajo y se encuentra tan cómodo con su nueva vida. De hecho, no tiene ningún interés en cotizar los años que le faltan para cobrar una buena pensión de jubilación, ya que nadie cobrará con más de 65 años esos 25.000 euros mensuales. Será el jubilado más rico de España.
El exduque de Palma aún tiene muchos contactos, y siempre ha expresado su deseo de convertirse en asesor y entrenador deportivo. Pero no se encuentra en uno de sus mejores momentos para ser aceptado. Su paso por prisión aún pesa bastante. No obstante, él no está dispuesto a aceptar cualquier oferta, renuncia a cualquier trabajo en el que cobre menos de 200.000 euros anuales.
Se sabe que Corinna Larsen, una de las ex amantes de Juan Carlos I, le ofreció un trabajo en la Fundación Laureus para fortalecer la vertiente comercial. En un inicio, se le planteó un salario de 200,000 euros anuales, con la posibilidad de ganar un adicional de 50,000 euros, dependiendo de los eventos. En aquel momento Iñaki considero que la cifra era insuficiente para mantener su alto nivel de vida.