Iñaki Urdangarin atraviesa problemas de gravedad. Han sido años muy difíciles para él. En 2010 se empezó a hablar del caso Nóos, también conocido como caso Urdangarin. Pasó por el banquillo de los acusados, la infanta Cristina también, tuvo que irse a vivir a Washington y posteriormente a Ginebra porque en España recibía continuos insultos y amenazas. Perdió todo lo que había conseguido, como su lujosa mansión en el barrio de Pedralbes, en Barcelona. A finales de 2018 pasó las primeras navidades completamente solo en la cárcel de Brieva.

Juan Carlos I salvó a la infanta Cristina de acabar entre rejas, que si no hubiese pertenecido a la corona seguramente también hubiese ido, eso habría sido un escándalo para la corona. Con Iñaki Urdangarin no pudo hacer nada, los ánimos estaban demasiado caldeados y el pueblo pedía justicia. Si el exjugador de balonmano no entraba a prisión la institución tenía los días contados. Fue el peón necesario. No obstante, le prometió que contaría con todas las comodidades y que cuando saliese tendría garantizado un sueldo vitalicio con el que nunca más tendría problemas.

iñaki y Juan Carlos efe
iñaki y Juan Carlos efe

Aunque contó con todo tipo de comodidades en prisión, fuentes cercanas a Iñaki aseguran que sufrió un trastorno mental severo. Se llegó a alejar de la infanta Cristina, de su madre, Claire, incluso de sus cuatro hijos. Desarrolló este trastorno por la repetición de acciones, la rutina en prisión, la soledad, ya que ni tan siquiera estaba con las demás presas, él estaba en un módulo completamente solo.

Iñaki Urdangarin sufre un trastorno mental severo por su ingreso en prisión 

Le costó mucho recuperar su vida normal, incluso relacionarse con los demás, y más en su caso que no podía ocultar que había estado en prisión al ser una persona tan conocida, estuvo durante mucho tiempo en el foco mediático. Según ha informado la periodista Silvia Taulés, Urdangarin ha pasado de ser un hombre activo y carismático a alguien que muestra signos de inestabilidad emocional y desconcierto. Los que conocen a Iñaki aseguran que ha cambiado mucho, no es el mismo de antes, ahora es un hombre “trastornado”.

Iñaki Urdangarin dio un cambio radical en los primeros años en prisión. Se volvió una persona muy obsesiva con la religión. Según varios informes, Iñaki ha desarrollado una intensa devoción, leyendo libros religiosos compulsivamente y mostrando una dedicación espiritual que desconcierta a toda la familia.

También ha perdido naturalidad a la hora de relacionarse con los medios de comunicación, era una persona muy segura de sí mismo, ahora responde con cierto nerviosismo y con ganas de quitárselos de encima. Ya no es el hombre empoderado de antes.

Iñaki Urdangarin
Iñaki Urdangarin