Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón no llegan a un acuerdo de divorcio satisfactorio para ambas partes por cuestiones económicas. El exduque de Palma no se conforma con las condiciones que figuran en las capitulaciones matrimoniales porque la situación no es la misma y pide mucho más dinero, mientras que la infanta no está dispuesta a humillarse de nuevo públicamente.
El guipuzcoano pediría 25.000 euros mensuales de por vida, dos millones de euros en concepto de indemnización por renunciar a un libro que finalmente no escribirá, varias propiedades de la costa francesa a su nombre, mantener los escoltas y financiar los viajes relacionados con sus hijos. La infanta cree que es demasiado y no piensa pagar esas cantidades, no quiere mantener a Ainhoa Armentia y mucho menos a una persona que le ha traicionado cuando ella ha apostado por él en el momento que entró en prisión.
Juan Carlos habló con la infanta Cristina y le pidió que aceptase las condiciones de Iñaki, él se encargaría de financiarlas, pero la madre de Juan, Miguel, Pablo e Irene no está dispuesta. La tensión cada vez es más evidente y la relación está totalmente rota, incluso con los familiares de Iñaki con los que se llevaba estupendamente, la consideraban otra hermana más.
Iñaki Urdangarin jugó a dos bandas cuando conoció a la infanta Cristina
Iñaki Urdangarin está muy enamorado de Ainhoa Armentia, tanto que incluso tiene planes de boda. Le encantaría casarse en un futuro, pero si lo hiciera perdería todos los beneficios que obtenga del divorcio. Si las fotografías no hubiesen visto la luz, el exduque estaba dispuesto a mantener una relación a dos bandas, y no es la primera vez que lo hace.
En la década de los 90, cuando estaba conociendo a la infanta Cristina mantenía una relación con Carmen Camí, una joven catalana de quien estaba muy enamorado. De hecho, incluso habían hablado de boda. Pero los planes se fueron al traste cuando conoció a alguien más importante para él y su posición.
Aunque sin duda lo que más se recuerda es aquella supuesta infidelidad que Iñaki cometió cuando se vio envuelto en el caso Nóos. Salieron a la luz unos mensajes que enviaba por correo electrónico a una misteriosa joven, no aptos para menores. “Hola, pedazo de mujer”, “Hola, ojos azules”, “El día ya lo tenemos pero el lugar no. ¿Triste, no?”, “Firma el duque empalmado”, “Dime cómo te viene el viernes para cenar y follar, que de follar no te libras”, son unos mensajes que recibió una mujer de la que no se reveló la identidad pero se supo que fue novia de Iñaki más tarde.