Iñaki Urdangarin se ha convertido en el mayor estorbo de la Casa Real. Hace unos meses apareció en Baqueria Beret y en Palma de Mallorca, los dos lugares que frecuentan de forma habitual los miembros de la corona. En ambos casos estuvo acompañado por Ainhoa Armentia, y sin duda era una clara indirecta a Felipe VI. Éste corrió hacia el lugar para echarle.
El exduque de Palma se encuentra en una encrucijada con la familia de su mujer. Iñaki Urdangarin está dispuesto a vengarse de toda la familia, especialmente de Juan Carlos I. Culpa al emérito de todos sus males en los últimos años. El todavía marido de la infanta Cristina no perdona que se le haya metido en prisión. Esa época ha sido la peor de su vida y piensa cobrárselo en euros. Su intención es vivir como un rey para siempre, tanto él como su nueva pareja.
Juan Carlos I era conocedor del entramado en el que participaba Iñaki Urdangarin con su socio Diego Torres, el emérito también estaba en el ajo, así como la infanta Cristina, incluso Felipe. Todos estaban alerta de sus movimientos y sabían perfectamente que les estaban investigando. Tanto el exjugador de balonmano como la infanta se sentaron en el banquillo de los acusados, aunque solamente él pagó con la cárcel. El emérito solo podía salvar a su hija, ya que ver a una infanta en la cárcel sería humillante y poco beneficioso para la corona. Así que fue Iñaki quien pagó por sus errores y los del resto. Tenían que demostrar que la justicia era igual para todos con tal de salvar la imagen de la corona.
Iñaki Urdangarin pide dos millones de euros por su silencio
En ese momento se rompieron las relaciones de Iñaki Urdangarin con Juan Carlos I y Felipe. Era el yerno favorito. Incluso el entonces príncipe de Asturias había compartido muchos momentos con él. Es el único que tendió la mano a Letizia cuando todo el mundo le dio la espalda. Iban juntos en vacaciones, incluso salían de fiesta cuando eran más jóvenes. La relación era excelente. El rey sabe perfectamente que su todavía cuñado es conocedor de muchas informaciones privadas y no le importaría hacerlas públicas.
Durante su estancia en prisión se entretuvo escribiendo una especie de memorias en las que hablaba de muchos episodios de Casa Real. Al salir de la cárcel una editorial le ofreció hasta dos millones de euros por ese libro donde rompería su silencio. Estaba casado con la infanta Cristina y no podía aceptar algo así, pero cuando conoció a Ainhoa Armentia y anunció su separación con la madre de sus hijos, anunció a Juan Carlos que le habían hecho esa propuesta y estaba pensándoselo.
Según Juan Luis Galiacho, Iñaki Urdangarin pide 25.000 euros mensuales de pensión, dos millones de euros a cambio de esa oferta laboral que no aceptó, varias propiedades en la costa francesa a su nombre, mantener sus escoltas y financiar todos los viajes que estén relacionados con sus hijos.