En enero de 2024, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin decidieron poner punto final a su matrimonio. Aunque no emitieron una declaración oficial, la noticia se difundió ampliamente a través de los medios de comunicación. Esta decisión marcó la culminación de un proceso legal que se extendió por dos años y concluyó con un acuerdo que, según el periodista Juan Luis Galiacho, favoreció en gran medida al exduque de Palma. Sin embargo, dicho acuerdo contenía ciertas condiciones específicas que debían cumplirse.
Galiacho, director de ‘El Cierre Digital’, reveló que Urdangarin había sido considerado para escribir un libro con una editorial de renombre, lo que le habría reportado una compensación de dos millones de euros, aunque finalmente decidió no seguir adelante con el proyecto. Además, se le aseguró un ingreso mensual vitalicio de 25,000 euros, una suma gestionada por el rey emérito Juan Carlos I, sin importar la ubicación o actividades de Urdangarin. El exduque, quien en su momento fue encarcelado debido a los escándalos que salpicaron a la monarquía, habría advertido sobre posibles repercusiones si no se le ofrecían ciertas garantías. Se dice que este caso se utilizó como un ejemplo de que la justicia es equitativa para todos, buscando calmar la indignación social que predominaba en ese período.
Iñaki Urdangarin firmó un acuerdo en Suiza con Juan Carlos I
El acuerdo financiero entre Urdangarin y la infanta Cristina se llevó a cabo en Ginebra, mientras que el trámite legal del divorcio se realizó en Barcelona. Sin embargo, la infanta impuso ciertas condiciones que dificultaban la relación de Urdangarin con su nueva pareja, Ainhoa Armentia. Una de las cláusulas estipulaba que si el exduque hablaba con la prensa, perdería todos los beneficios acordados. Ya se le advirtió al respecto cuando concedió una entrevista a la revista ‘Semana’.
Actualmente, Juan Carlos I cubre todos los gastos de Urdangarin, y se espera que, tras su fallecimiento, sea la infanta Cristina quien continúe haciéndose cargo. En la mencionada entrevista, Urdangarin declaró: “Estoy divorciado, ya no tengo ninguna condena”, pero la periodista Maica Vasco desmintió sus palabras, señalando que el proceso firmado en Barcelona fue un mero trámite. Según Vasco, el verdadero acuerdo económico se firmó en Suiza, permitiendo que Urdangarin se desvinculara formalmente sin recibir nada de manera oficial, una situación que ella considera poco creíble.
Vasco argumenta que este procedimiento fue una estrategia para encubrir el hecho de que Juan Carlos I entregó una suma considerable de dinero a Urdangarin para asegurar su silencio y evitar cuestionamientos sobre el origen de los fondos. En su video titulado "Iñaki Urdangarin: excuñado de Felipe VI: Jaque mate a la monarquía española", expone cómo todo este entramado sería una maniobra para ocultar la verdad.
Según el documento de divorcio firmado en Barcelona, Urdangarin se retiraría sin indemnización ni pensión. Además, mientras sus hijos no sean económicamente independientes, tanto él como la infanta Cristina compartirán los gastos en función de sus respectivos ingresos. Sin embargo, Vasco sostiene que este contrato resulta difícil de creer, ya que el exduque continúa llevando un estilo de vida acomodado. Si bien el acuerdo formal se rubricó en Barcelona, lo verdaderamente importante se negoció en Suiza. "Solo tiene que vivir con lujos y mantenerse en silencio", concluye la periodista.