El abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, tomó la palabra en medio del escándalo que sacude una vez más la vida de su cliente más famoso. Se nota que también son amigos, porque el letrado hace unos esfuerzos increíbles por blanquear la imagen del exduque de Palma. Entre otras cosas le dijo a Jordi Basté que Iñaki y Cristina de Borbón no tienen ninguna intención de divorciarse, a pesar de la aparición de las fotografías del vasco con otra mujer, Ainhoa Armentia, paseando como enamorados en una playa del País Vasco francés. El comunicado conjunto de la pareja sólo era una manera de decirnos que se estaban dando un tiempo para arreglar las cosas. Un ejercicio de optimismo que choca frontalmente con la realidad: este matrimonio es historia, pantalla pasada.
Pascual Vives no se quedó allí, y también explicó la complicada situación emocional y económica que está viviendo Urdangarin. El tema del dinero es llamativo: afirma que Iñaki es un mileurista, y que a duras penas gana esta cantidad por su trabajo en el despacho de abogados de Vitoria-Gasteiz conoció Ainhoa, la mujer que ha sustituido a la infanta en su corazón. También dijo que sus bolsillos están tan vacíos que necesita ayuda externa para salir adelante: lo financian su madre Claire Liebaert, quien lo acoge en la casa familiar, y Cristina, en todo aquello que corresponde a los 4 hijos de la pareja. Según Mario, Urdangarin van tan justo que por eso va en bicicleta a todas partes. Que no puede comprarse un vehículo propio. Una aseveración que choca con lo que muy a menudo ven los ciudadanos de la capital del País Vasco cuando llueve: un coche oficial lo traslada de casa al trabajo y del trabajo a casa. Eso por no hablar de otras sospechas.
Iñaki no tendrá ahorros, ni siquiera dinero para grandes excesos, pero no tiene ningún problema para cenitas y excursiones con la amante gasteiztarra. Quizás es que ha decidido abrirse una cuenta de Wallapop y empezar a deshacerse de sus bienes más preciados para tener algo más que telarañas en la cartera: precisamente, su colección de bicicletas. Tiene muchas, una afición que cultiva desde hace mucho tiempo. Dicho de otra manera: Urdangarin ha ido siempre en bici. No es una cuestión sobrevenida a su residencia en casa de la madre ni por problemas de liquidez. Por ejemplo, el modelo con el que lo vemos huir cada día de la prensa es de una marca suiza y tiene un precio considerable, más de 2100€. Hecha a mano, con acabados de primera. Tiene muy buen gusto y el morro muy fino.
Esta es la que vemos cada día, pero según leemos en 'El Español' o la revista 'Semana', hay muchas más. Y bien caras. Tiene una flota que ni Indurain, tú. El parque llegaría a superar los 25.000€, una fortuna. De todas ellas la más exclusiva y cara es una Pinarello Dogma, una bici italiana de competición de más de 12.000 euros. La adquirió en su etapa de Washington, cuando la tormenta del Caso Nóos era todavía xirimiri. Los entendidos la consideran una pieza excepcional, muy utilizada por corredores profesionales. Este sería la joya de la corona, pero tiene el garaje lleno con otros velocípedos exclusivos que superan con creces los 3.000€. Será pobre, pero con clase. Mucha clase.
Desde aquí hacemos un llamamiento: queremos ser mileuristas como Iñaki.