Iñaki Urdangarin manda un recado a Felipe VI. El exduque de Palma no quiere que Casa Real se olvide de él, no sin cumplir sus requisitos. Además de humillar públicamente a la infanta Cristina, quiere un acuerdo de divorcio totalmente beneficioso para él. La hermana del rey ha estado asesorada en todo momento por Juan Carlos I. Le pide que cumpla con todos sus deseos para garantizar su silencio. Son momentos de máxima tensión en Zarzuela. El exjugador de balonmano recibiría un sueldo mensual con el que no debería trabajar nunca más ni preocuparse por nada, una indemnización de dos millones de euros y varias propiedades a su nombre. También se le mantendrá su escolta y se le costearán todos sus viajes relacionados con sus hijos. Sin embargo, lo que más desea es que se limpie su imagen y encontrar un trabajo estable.
El guipuzcoana tuvo que callar muchas cosas. Se le obligó a hacerlo, y en aquel momento estaba enamorado de la infanta Cristina y tampoco iba a comprometerla. Nadie se creyó que ella no supiese absolutamente nada de los tejemanejes que se llevaba su marido. Casa Real evitó por todos los medios que la hija del emérito se sentase en el banquillo y pudiese terminar en prisión. Pagaron tres millones de euros.
Iñaki Urdangarin amenaza a Felipe VI: la venganza
Pero no es la única de la familia que era conocedora del entramado de Iñaki Urdangarin. Juan Carlos I mando espiar a su yerno cuando empezó con la trama. Estaba al corriente de todo. También Felipe VI, que era un gran amigo del exjugador de balonmano, su cuñado favorito. De hecho, Diego Torres intentó demostrar que el rey era conocedor de todo. Su abogado defensor incorpora misivas remitidas por el esposo de la infanta Cristina al entonces Príncipe de Asturias, con las que intenta demostrar que entre ambos había una relación de confianza.
Fue una época tensa y difícil para todos. La corona pendía de un hilo y no se descartaba que pudiese suceder algo grave con consecuencias irreparables para España. Incluso hubo problemas entre Felipe y Letizia, quienes, según fuentes cercanas, estuvieron a punto de comunicar su divorcio. Ahora ven como su pasado está más presente que nunca. Lo han intentado callar a cambio de dinero, pero les falta la pieza clave, el protagonista.
Iñaki Urdangarin vuelve con fuerza. Está feliz junto a Ainhoa Armentia y tiene planes de futuro. Ahora mismo la infanta Cristina ya no es nada para él, solo la madre de sus cuatro hijos, que ya son mayores de edad. No le preocupa lo más mínimo abrir la boca y romper su silencio. Precisamente, este es el gran miedo de Zarzuela. Tienen que ceder a todo lo que pida. Felipe VI goza de la inviolabilidad, como en su momento su padre, pero las personas cercanas a él no. Los intocables.