La relación entre Iñaki Urdangarin y Felipe VI, en tiempos pasados, estaba basada en una conexión cercana, con momentos de camaradería y amistad que trascendieron las fronteras de las obligaciones familiares. Se sabe que participaron juntos en varias celebraciones y, en ocasiones, en fiestas privadas donde compartían risas y confidencias.
Sin embargo, con el paso de los años y el estallido del escándalo Nóos, las cosas entre ambos cambiaron drásticamente. La implicación de Urdangarin en una red de corrupción que también salpicó a la infanta Cristina y, en cierta medida, a la propia Casa Real, rompió la relación entre Iñaki y los borbones.

Punto de no retorno entre Felipe VI e Iñaki Urdangarin
Felipe VI, que en su momento mantenía una relación casi hermanada con Urdangarin, se vio obligado a distanciarse de él para preservar la imagen de la monarquía. Este distanciamiento marcó el principio de un largo periodo de controversias.
El tiempo no disolvió las tensiones. Iñaki nunca ha tenido intención de olvidar ni perdonar lo sucedido. Según numerosas fuentes, durante su estancia en la cárcel, comenzó a escribir unas memorias donde podría estar revelando secretos de la Casa Real, incluidos momentos privados que involucran a Felipe VI.

Iñaki conoce secretos delicados del rey Felipe VI
En ellas, se presume que relataría las dinámicas entre los miembros de la familia real, las cuales podrían poner en entredicho el matrimonio de Felipe VI con Letizia. Al parecer, algunas de las historias compartidas en esas reuniones podrían desvelar detalles muy comprometedores. Urdangarin sabe demasiado. Y estas informaciones harían temblar aun más los cimientos de la monarquía.
De ahí que, según han recogido distintos medios, Urdangarin habría solicitado importantes sumas de dinero para no desvelar más secretos sobre la Casa Real. Se habla de una indemnización cercana a los dos millones de euros y una pensión mensual de entre 25.000 y 50.000 euros a cambio de su silencio. Unos pagos a los que se habría accedido su divorcio de Cristina de Borbón. Hay quien asegura que Iñaki calla mucho más que Jaime Del Burgo, y que por eso en Zarzuela interesa tenerlo contento y callado.