Iñaki Urdangarin ha llegado a un acuerdo de divorcio con la infanta Cristina, aunque las cláusulas específicas permanecen en secreto. Sin embargo, parece que él ha logrado imponer sus condiciones, presionando a su todavía esposa, quien finalmente cedió bajo la influencia de la Casa Real. Se espera que Juan Carlos asuma todos los gastos del proceso, ya que la asignación anual de 400.000 euros de su hija resulta insuficiente. Como parte del acuerdo, se realizó un primer pago de un millón de euros como indemnización por el libro que se le propuso escribir y del cual finalmente desistió. Además, se efectuó otro pago de igual cantidad en el momento de la oficialización del divorcio el pasado enero. Aunque se ha aumentado la pensión que recibe de la madre de sus hijos, pasando de 6.000 a 25.000 euros mensuales, se le ha retirado únicamente la escolta.
El exjugador de balonmano causó gran humillación y traición a la infanta Cristina al salir a la luz su relación clandestina con Ainhoa Armentia. Pocos días después de la divulgación de las fotografías, la pareja anunció su divorcio tras más de veinte años juntos.
Desde que ingresó en prisión, la relación entre ambos se deterioró considerablemente. Aunque inicialmente la infanta Cristina lo visitaba regularmente, estas visitas se volvieron cada vez menos frecuentes con el tiempo, enfriando aún más su relación. Mientras Iñaki Urdangarin obtuvo el tercer grado y se estableció en Vitoria con su madre, la hija de Juan Carlos permaneció en Ginebra con su hija menor, Irene Urdangarin. Se justificaba esta separación con la necesidad de protegerse de la atención mediática y la estabilidad escolar de su hija.
Iñaki no fue capaz de confesarle a la infanta Cristina que había conocido a otra mujer
Cuando recibió el tercer grado, Iñaki Urdangarin comenzó a trabajar en Imaz&Abogados, donde conoció a Ainhoa Armentia, quien también enfrentaba dificultades en su relación. Juntos, comenzaron a salir en grupo y desarrollaron una relación romántica, manteniendo su situación en secreto.
La infanta Cristina era consciente de las tensiones en su matrimonio, aunque creía que podrían superarse. Por su parte, Iñaki Urdangarin ya no sentía amor por ella, pero vacilaba en tomar la decisión de divorciarse. Fuentes cercanas al exduque indican que le habría gustado mantener una relación con ambas mujeres, aprovechando los beneficios de permanecer vinculado a la Casa Real, aunque ya no estaba enamorado de su esposa.
Hubo algunos acercamientos entre Iñaki y Cristina cuando él comenzó su relación con Ainhoa Armentia. Se rumorea que tuvieron encuentros íntimos, lo que sugiere que el padre de Pablo, Juan, Miguel e Irene fue infiel a su nueva pareja al inicio de su relación. Además, se revela que estuvo cerca de reconciliarse con la Borbón y regresar a Ginebra con ella.