Juan Carlos ya descansa en Abu Dabi después de su nueva visita a España que ha utilizado para “arreglar papeles”. El viaje del emérito no era precisamente para disfrutar de las regatas de Sanxenxo como el año pasado. El exmonarca quiere vender varias propiedades en Cataluña y Galicia que se encuentran a nombre de terceros para evitar problemas en el futuro con la herencia. Pero también se ha dejado ver por Vitoria en una visita fugaz. Curiosamente, en esa ciudad se encuentra Iñaki Urdangarin con su madre. Esto ha desatado todo tipo de rumores. Se cree que el padre de Felipe VI se habría reunido con su todavía yerno para aclarar temas del inminente divorcio.
Para cerrar el divorcio se llevaron a cabo varias reuniones muy tensas. Ninguna de las partes se ponía de acuerdo, y es que Iñaki Urdangarin no se lo quería poner fácil a la madre de sus hijos. Ha sido el exduque quien decidió romper la relación, pero no piensa perdonar a Casa Real que se le involucrase totalmente en el caso Nóos y que no se le salvase de prisión. Arruinaron su vida para salvar la de los demás. Así que no es tanto una venganza contra Cristina de Borbón, sino contra Juan Carlos I y Felipe VI. Está dispuesto a destrozar la corona si no se cumplen con una serie de requisitos.
Iñaki Urdangarin quiere cobrarse todo el daño de estos últimos años. Pide una pensión mensual de 25.000 euros, aunque se habría conseguido rebajar a 10.000 euros, una indemnización de dos millones de euros, cantidad que le pagarían si escribiese un libro explicando todo lo que calla, y varias propiedades de la costa francesa a su nombre, como la de Bidart. También quiere mantener los escoltas y que se le financien todos los viajes relacionados con las visitas a sus hijos. No solo eso, quiere que se limpie su imagen y se le consiga un trabajo acorde a sus necesidades.
La verdad sobre la relación entre Iñaki Urdangarin y Juan Carlos I
Juan Carlos e Iñaki Urdangarin siempre han tenido una buena relación. De hecho, el emérito era conocedor de todo el entramado de su yerno, pero un rey no podía verse salpicado por tal escándalo. Su poder era mayor. A partir de ese momento, la relación se enfrió y se volvió mucho más tensa y desafiante.
El exduque de Palma se aprovechaba de Juan Carlos. Le pidió una casa para su hija, la infanta Cristina. Le regaló el famosos palacete de Pedralbes. Lo revela una amiga de su todavía mujer. “Después de comer, el rey se acercó a Iñaki y le dijo: '¿Cuándo le vas a comprar una casa de verdad a mi hija?'. Esos eran los comentarios a los que sometía a Iñaki, así que cuando compraron el palacete de Pedralbes, él lo sintió como una victoria", cuenta una amiga de la exduquesa de Palma.”