Iñaki Urdangarin, señalado como una de las víctimas propiciatorias de la Casa Real, ha sido el blanco de numerosas críticas y acusaciones en los últimos tiempos. El exduque de Palma, envuelto en el caso Nóos, asumió la culpa por muchos de los errores que involucraron al rey emérito Juan Carlos I. A pesar de que tanto el rey emérito como Felipe VI estaban al tanto de sus actividades, Urdangarin fue el único miembro de la familia real que terminó tras las rejas, mientras se movían hilos para liberar a la infanta Cristina de sus problemas legales.

Sin embargo, Urdangarin no olvidó este episodio. Y habría perpetrado su venganza en el divorcio de la infanta Cristina. Según Juan Luis Galiacho, el ex jugador de balonmano consiguió que la casa real acepte pagarle los dos millones de euros en concepto de indemnización por no publicar el libro que escribió mientras estuvo en la cárcel relatando muchos de los secretos del rey emérito, de sus amigos poderosos y de otros miembros de la familia real, además de una pensión de por vida que oscila entre los 25.000 y los 50.000 euros mensuales.

Iñaki y Cristina efe
Iñaki y Cristina efe

Iñaki Urdangarin se libra se gastar dinero por sus hijos

El divorcio no solo significó el fin de su matrimonio y asegurarse el resto de su vida en el apartado económico. También el alivio de sus obligaciones financieras hacia sus hijos. Mientras Urdangarin alega haberse quedado sin dinero después del caso Nóos, la infanta Cristina asume todos los gastos relacionados con sus hijos, sin que Urdangarin contribuya con un solo euro. Sin embargo, la carga económica no recae únicamente sobre Cristina, ya que Juan Carlos I también ha sido un importante contribuyente.

Pablo Urdangarin y Juan Carlos Abu Dhabi Europa Press
Pablo Urdangarin y Juan Carlos Abu Dhabi Europa Press

Juan Carlos I ha financiado los estudios universitarios de sus nietos, exceptuando los de Leonor y Sofía, cubriendo además otros gastos como alojamiento, manutención y automóviles. Ahora, junto con la infanta Cristina, también correrá con los gastos de los jóvenes Urdangarin. Por ejemplo, pagará la nueva aventura académica de su nieta Irene, quien seguirá los pasos de sus hermanos Juan y Miguel al mudarse a Reino Unido para continuar sus estudios.

La decisión de Irene de asistir a una universidad privada en el extranjero implica una inversión significativa por parte de la infanta Cristina, quien deberá costear no solo los estudios, sino también los gastos asociados con la vida estudiantil en otro país. Mientras tanto, Urdangarin, alejado de las responsabilidades financieras, no contribuirá en absoluto a los costos, dejando que sean Juan Carlos y Cristina quienes asuman la carga económica de su nieta.