Iñaki Urdangarin cuenta los días que quedan hasta el 5 de junio. Ese día su hija pequeña Irene cumple 18 años, lo que le da luz verde para divorciarse de la infanta Cristina. Que todos los hijos sean mayores de edad les permite divorciarse en un notario, evitando tener que ir ante un juez y las posteriores filtraciones. Pero no solo cuenta los días para perder a Cristina de vista. Ese día cobrará la morterada por la que ha vendido su silencio. La cantidad pactada con Cristina y con el emérito Juan Carlos para no publicar unas memorias muy comprometedoras.
Mientras estuvo en la cárcel, Iñaki aprovechó el tiempo para recopilar sus vivencias. Unos escritos por los que le ofrecieron una gran cantidad de dinero. Sin embargo, desde la casa real le ofrecieron más por rechazar la oferta. Y es que en aquellas páginas comprometía a algunas de las personas más poderosas y revelaba secretos de la casa real que podrían hacer temblar los cimientos de la Zarzuela.
Iñaki Urdangarin hablaba del aborto de Letizia en el libro que no saldrá a la luz
Unos capítulos en los que todos recibían. Y entre las que más, la reina Letizia. Urdangarin le tiene odio a la consorte porque sabe que ella fue quien más fue a por él cuando salió a la luz el caso Nóos. Y en su libro la dejaba fina.
Entre otras cosas, Iñaki recordaba el episodio del aborto de Letizia al que se refirió el primo de la ex de Televisión Española David Rocasolano en el libro ‘Adiós Princesa’. Un aborto voluntario que se produjo un año antes de comprometerse con Felipe VI. Es decir, en 2002, el año en el que empezó a salir con el actual rey de España.
Letizia estaba embarazada un año antes de comprometerse con Felipe
Según Rocasolano, fue citado en la Zarzuela por la propia Letizia. “Tuve un aborto hace un año en la clínica Dator de Madrid. Fue una intervención de la que me gustaría que no se supiera nada”, le dijo Letizia. ¿Y por qué se lo explicó? “No lo entiendes, si esto lo sabe la madre de Felipe, la boda es inviable”, añadió. “Quiero que vayas a la clínica y limpies todos los papeles que hay allí”, seguía la reina.”Esto hay que hacerlo ya”, dijo el rey.
“Felipe no se había atrevido a encargárselo a alguien de su entorno porque temía que se filtrara la información al rey”, contaba el autor. “Estábamos dando un pequeño golpe de Estado íntimo y muy arriesgado: Felipe y Letizia estaban solos en este problema", zanja Rocasolano.