Tal y como hemos comentado en otras ocasiones, la reina Letizia es una gran amante de la moda. La consorte ha sido bautizada incluso como la ‘reina influencer’ por sus estilismos a la hora de aparecer en público. Porque la ex de Televisión Española sabe que será el centro de los focos y no deja nada al azar que pueda ser objeto de críticas o burlas.

Pero a Letizia no solo le gustan las prendas de ropa. La monarca también tiene una gran pasión por las joyas. Ostenta una amplia colección de piezas que va usando en función de sus combinaciones. Y la mayoría de ellas tienen mucho significado para ella. Aunque no a todas les tiene el mismo cariño. Hay un anillo que también tiene mucho significado, pero no para bien.

Estamos hablando del anillo que Felipe VI le regaló cuando empezaron a salir. Un anillo que lució el 6 de noviembre de 2003 cuando se celebró la pedida en el palacio de El Pardo. Junto a un elegantísimo traje de Armani en color blanco, Letizia presumía de anillo en el dedo.

Reina Letizia

La reina Letizia hace desaparecer el anillo que le regaló Felipe VI en su pedida de mano

Este anillo lucía un diseño llamado ‘amor eterno’. Era de oro blanco. Y se completaba con dos filas de diamantes. Un anillo de incalculable valor sentimental que, sin embargo, ha desaparecido de las fotos desde hace años. Concretamente desde 2011. E Iñaki Urdangarín ha tenido mucho que ver en el asunto.

Al parecer, cuando empezaron a publicarse las pruebas sobre el caso Nóos, Felipe y Letizia alejaron de la Casa Real todo lo que pudiera vincularlos a los escándalos que protagonizó Urdangarín. De ahí que alejaran al ex jugado de balonmano y a la infanta Cristina. Y también hicieron desaparecer el anillo.

Urdangarín pagó aquel anillo con dinero fraudulento

Según varias fuentes, Felipe eligió el anillo por catálogo y mandó a Urdangarín a comprarlo a la joyería Suárez del Paseo de Gracia de Barcelona. Y allí acudió Urdangarín acompañado de su socio, Diego Torres, que le animó a pagar el anillo con la tarjeta de Nóos. Y así lo hizo.

El anillo costó 3.000 euros e Iñaki no quiso que Felipe le devolviera el dinero. Es decir, el anillo habría sido un regalo de Iñaki pagado con dinero fraudulento. Y por este motivo Letizia decidió enviar el anillo al fondo del cajón para no sacarlo jamás.

Asimismo, aunque se desconoce el motivo real, Letizia tampoco lleva el anillo de casada. Según ella, el motivo es que le produce heridas en los dedos cuando le toca saludar a otras personalidades.

El que sí lleva es un anillo de plata que le regalaron sus hijas y que es un diseño de Karen Hallam. Un anillo que, con casi toda seguridad, no ha sido comprado con dinero fraudulento. Con el de los contribuyentes sí, pero no con malas praxis.