La Corona "agonizando" y tildando al rey Felipe de "soberbio, falso, triste, plano", la infanta Cristina con privilegios en la prisión de Brieva, el director de Letizia en TVE, Alfredo Urdaci, diciendo que es hiperprefeccionista o los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía pasando las vacaciones por separado. Un panorama desolador para la monarquía y para los borbones. Y ni siquiera la selección española puede hacerles olvidar las penas. Más bien lo contrario.
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Muchas noticias con la Corona como protagonista. Y todo, con el primer miembro de la familia real encerrado. Iñaki Urdangarin lleva ya unos cuantos días en la prisión de Brieva, donde ya ha recibido la visita de su mujer la infanta Cristina, y de su madre. De todos modos, la estropeada Casa Real ha conseguido que con todo lo que está cayendo, no haya salido a la luz ninguna foto, LA FOTO, del ingreso en la prisión del ex duque de Palma ni de la visita de la infanta a la prisión. Desde tierra, mar y aire quisieron evitar que la hija pequeña de Juan Carlos ySofía viajara desde Ginebra a Brieva para ver a su marido. Pero no lo consiguieron. Eso sí, no hay constancia gráfica del momento.
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Desde El confidencial, el periodista David Fernández explica en exclusiva por qué Urdangarin escogió esta prisión y no otras, para cumplir condena después del caso Nóos. Sorprendía que el cuñado de Felipe se hubiera decantado por una prisión de autoaislamiento, solo las 24 horas del día en su módulo, tanto en la celda como en la biblioteca, el gimnasio o los servicios religiosos, en lugar de tratar de socializar en unos momentos complicados para él y que quizás le harían más "llevable" el hecho de estar privado de libertad.
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Hace unos días, la cronista Pilar Eyre hablaba en Lecturas de la presencia en Brieva de un sacerdote a quien Urdangarin se encomienda en sus momentos de búsqueda de la fe. Pero existen más motivos que habrían hecho decantar la balanza de esta prisión de Ávila con respeto a otros centros penitenciarios. El parking. Explican en El confidencial que Brieva tiene un aparcamiento dentro del recinto, y no fuera, que utilizan los funcionarios.
Efe
Un aparcamiento alejado de los focos de las cámaras que ha propiciado que ni Urdangarin ni la infanta hayan sido fotografiados en su ingreso. Cosa que se repetirá en sucesivas visitas de Cristina a su marido. Por lo visto, la seguridad del penal es competencia de la Guardia Civil y sólo hacía falta un permiso para que pudiera hacer uso del aparcamiento interno. De esta manera la infanta pudo entrar el pasado domingo para ver a su marido fuera del horario establecido para las visitas.
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Cristina aprovechará el aparcamiento para visitar cuantas más veces pueda a su marido. Un Urdangarin que ha preferido estar aislado a cambio de no "regalar" la foto a la opinión pública de su ingreso o de las visitas de su mujer.