El pasado mes de enero, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina decidieron poner fin a su matrimonio. Aunque no emitieron un comunicado oficial, los medios de comunicación hicieron pública la noticia. Este desenlace puso fin a una batalla legal que se había extendido durante dos años, culminando en un acuerdo que, según las informaciones proporcionadas por Juan Luis Galiacho, resultó ser más beneficioso para el exduque de Palma. A pesar de ello, dicho acuerdo incluía ciertas condiciones.
Juan Luis Galiacho, director de ‘El Cierre Digital’, informó que Iñaki Urdangarin habría recibido una compensación de dos millones de euros por un libro que una reconocida editorial le propuso escribir, proyecto al que renunció. Además, se le garantizó un ingreso mensual vitalicio de 25,000 euros. Estos pagos serían gestionados por Juan Carlos I, independientemente de su presencia. Urdangarin, quien había sido encarcelado a raíz de los actos del rey emérito, advirtió que habría consecuencias. Este caso sirvió como un ejemplo para demostrar que la justicia es igual para todos, en un intento de calmar el malestar social de la época.
El verdadero acuerdo de divorcio entre Iñaki y Cristina se firmó en Ginebra
El acuerdo económico entre Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se cerró en Ginebra, mientras que en Barcelona solo se llevó a cabo el trámite del divorcio. Sin embargo, Cristina estableció ciertas cláusulas para dificultar la relación de Urdangarin con Ainhoa Armentia, su nueva pareja. Una de estas cláusulas estipulaba que si Urdangarin hablaba con los medios de comunicación, perdería todos los beneficios acordados. Ya recibió una advertencia cuando concedió una entrevista a la revista ‘Semana’.
En esa entrevista, Urdangarin afirmó: “Estoy divorciado, ya no tengo ninguna condena”, confirmando que ya no era el esposo de la infanta Cristina. Sin embargo, la periodista Maica Vasco desmintió la información difundida, asegurando que el divorcio firmado en Barcelona no era más que un trámite. Según Vasco, el verdadero acuerdo económico se firmó en Ginebra. Este arreglo permitía a Urdangarin marcharse sin recibir nada oficialmente, una narrativa que ella considera inverosímil.
La periodista argumenta que este procedimiento fue una estrategia para ocultar el hecho de que Juan Carlos I había proporcionado una suma considerable de dinero a Urdangarin para garantizar su silencio. De esta manera, se evita que surjan preguntas sobre el origen de ese dinero. Vasco concluye su análisis en su vídeo de YouTube titulado "Iñaki Urdangarin: excuñado de Felipe VI: Jaque mate a la monarquía española", a partir del minuto 18, indicando que todo esto es “muchísimo maquillaje” para encubrir la verdad.
Según el divorcio que se firma en Barcelona, Iñaki Urdangarin se va “sin indemnización y sin pensión”. Incluso figura que mientras los hijos no se independicen económicamente, tanto Iñaki como Cristina pagarán los gastos, en función del dinero que cobra cada uno. Un contrato que según Maica Vasco no se cree nadie “con la vida padre que se pega Iñaki, vive a cuerpo de rey”. En Barcelona se ha firmado un contrato regulador, “pero lo gordo se ha firmado en Suiza”. "Solo tiene que vivir a cuerpo de rey y mantenerse en silencio", afirma.