La vida amorosa de Iñaki Urdangarin ha sido un torbellino de escándalos y traiciones que han sacudido a la Casa Real española. Desde sus primeros días con la infanta Cristina, su relación estuvo marcada por mentiras y infidelidades que han sido el deleite de los medios y la pesadilla de la familia real.
La historia de Iñaki y Cristina comenzó con mentiras e infidelidades. Cuando conoció a la infanta, aún mantenía una relación con Carmen Camí, una mujer que también estaba en su círculo social y con la que también empezó mientras estaba con otra mujer: “Salía por esas fechas con otra catalana llamada Susana López”, publicó El Mundo. Y no rompió con Camí hasta que aseguró su compromiso con Cristina, dejando a Camí sorprendida al descubrir su nueva relación a través de los medios de comunicación. “No quiero hablar de esto. No estoy dolida con él. Estoy muy tranquila, muy bien y muy feliz. Se ha portado bien conmigo. No tengo ningún problema con él y les deseo mucha felicidad", declaró entonces la ex novia de Iñaki. Camí terminó casándose con el amigo de Iñaki Javier Pellón, de quien era secretaria, y quien se encargó de trasladar a Carmen para que pudiera estar cerca de Urdangarin cuando empezaron la relación.
La promiscuidad siempre ha formado parte del carácter de Iñaki Urdangarin
Pero esto fue solo el comienzo. Según El Mundo, Iñaki continuó con su patrón de aventuras extramatrimoniales. Una de ellas involucró a una mujer casada y madre de dos hijos, amiga cercana de la pareja y mujer de uno de sus compañeros de vestuario en el FC Barcelona .
Esta relación secreta duró varios meses y se reavivó años después, mientras Iñaki ya estaba casado y envuelto en escándalos por el caso Nóos. "Empezaron un noviazgo que duró unos pocos meses y que revivieron años más tarde, ya casados, tal y como ha sabido LOC. Entre 2002 y 2003, el duque de Palma mantuvo una relación sentimental con esta mujer, casada con uno de sus mejores amigos, madre de dos hijos y funcionaria".
El caso Nóos sacó a la luz mensajes muy reveladores
En 2012, cuando estalló el caso Nóos, un escándalo de corrupción que llevó a su condena, salieron a la luz mensajes comprometedores que revelaron su naturaleza infiel. A pesar de que Cristina siempre lo defendió públicamente, los mensajes que se descubrieron demostraban sus intentos de concertar encuentros con otras mujeres, incluso utilizando un lenguaje explícito y sugestivo. “Dime cómo lo tienes el viernes para cenar y follar, que de follar no te libras. Valoremos hora, sitio, niños, marcaje, mantén viva la llama que es importante”, decía el mensaje.
Pero la historia de infidelidades de Iñaki no se detiene ahí. Según informes, flirteaba abiertamente con otras madres del colegio al que asistían sus hijos. Según la experta Maica Vasco, esta conducta refleja la promiscuidad habitual de Iñaki, que parecía incapaz de resistirse a la tentación que surgía a su alrededor, y es la que tuvo cuando conoció a Ainhoa Armentia, a la que se “calzó” con tan solo conocerla cuando coincidieron en el bufet de abogados en el que trabajó Iñaki al salir de prisión. Se ganó a pulso el apodo de "Duque empalmado”.
La situación se volvió tan escandalosa que el entorno de la infanta Cristina le instó repetidamente a que se divorciara. Sin embargo, a pesar de conocer sus múltiples infidelidades y las humillaciones públicas que le había infligido, Cristina se resistía a separarse de él. Seguía enamorada y, según las fuentes, habría estado dispuesta a perdonarlo todo si él volviera a su lado. “La historia de la infanta Cristina, la gran cuernuda de España, con Iñaki Urdangarin da para escribir El Quijote. Es para llevarla al cine e ir con orinal, porque da la risa”, señala Vasco.