Iñaki Urdangarin amenaza a Casa Real. Con el divorcio de la infanta Cristina aproximándose, el exjugador de balonmano manda indirectas a Felipe VI. Se presentó el pasado mes de febrero en Baqueira Beret, y hace una semana en Palma de Mallorca. Todos destinos que visitaba con la familia real y donde tienen propiedades. El rey aparecía al día siguiente y su todavía cuñado desaparecida por completo. En Zarzuela se vive este asunto con una tensión máxima.
La infanta Cristina, asesorada por Juan Carlos I, piensa cumplir con todos los deseos de Iñaki Urdangarin. Quiere que se limpie su imagen y que se le consiga un trabajo con el que pueda reconducir su vida. No obstante, según varios periodistas, el padre de Juan, Pablo, Miguel e Irene percibirá una pensión mensual de miles de euros, una indemnización de dos millones de euros y varias propiedades a su nombre. Además, se le mantendrán los escoltas y se le financiarán todos los viajes que estén relacionados con sus cuatro hijos.
Desde que entró en prisión, Iñaki Urdangarin no se encarga de ningún gasto de sus hijos. La infanta Cristina sufraga todos, con ayuda de Juan Carlos, que es quien les paga todos los estudios. Ahora mismo la cuenta corriente del exduque de Palma está tiritando. Además, en estos momentos no trabaja. No hay nadie que quiera a una persona que ha estado en prisión por prevaricación continuada y malversación (ambos en concurso), tráfico de influencias, fraude a la Administración y dos delitos fiscales.
Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina firmarán el divorcio en junio
Los padres de Irene, Juan, Miguel y Pablo no firmarán el divorcio hasta el próximo mes de junio cuando la más pequeña cumpla la mayoría de edad. Ha costado llegar a un acuerdo satisfactorio para el exduque. Casa Real quería garantizar su silencio. Y es que se intentó demostrar que Felipe VI y Juan Carlos I eran conocedores de todo el entramado de su cuñado y yerno, respectivamente. Incluso se salvó de la quema a la infanta Cristina con tres millones de euros para que el escándalo no fuese mayor.
Ha sido Juan Carlos quien se ha encargado, a través de la infanta Cristina, que a Iñaki desapareciese otorgándole la llamada “felicidad financiera”. Y es que al principio de la separación, al poco de salir de prisión, el exjugador de balonmano no tenía ni para pagar los cafés. Se lo pedía siempre a sus amigos. Éstos le prestaron dinero en numerosas ocasiones. Antes de casarse la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin firmaron las llamadas capitulaciones.