Iñaki Urdangarin ha demostrado con hechos que su relación con Ainhoa Armentia está marcada por un profundo enamoramiento. Aunque en un principio muchos pensaron que sería una aventura pasajera, la pareja ha superado las expectativas y ya celebran tres años juntos, consolidándose como una unión estable. Además, han tomado una decisión significativa en su relación: desde hace unos meses, comparten hogar en una exclusiva urbanización de Vitoria conocida como Ciudad Jardín. Este lugar está estratégicamente situado cerca de la residencia de Claire Liebaert, madre de Iñaki, lo que facilita que él pueda estar pendiente de ella. Durante las semanas en que Ainhoa tiene a sus dos hijos consigo, se traslada fuera de la vivienda para gestionar su situación familiar.
Hasta ahora, las familias de ambos no han desarrollado una relación cercana. Sin embargo, Iñaki ha dado pasos importantes para que sus cuatro hijos y hermanos conozcan a Ainhoa, fomentando una interacción más cordial. Incluso Claire, su madre, ha aceptado conocerla, aunque manteniendo siempre un vínculo afectuoso con la infanta Cristina, su exnuera.
La relación entre Iñaki y Ainhoa avanza con firmeza, y aunque sueñan con proyectos de futuro, hay limitaciones derivadas de la edad de ambos. Si hubiesen sido más jóvenes, no hubieran descartado la idea de formar una familia juntos, pero esa posibilidad no forma parte de sus planes actuales. No obstante, Iñaki ha mostrado interés en formalizar su vínculo para garantizar que Ainhoa y sus hijos estén protegidos económicamente en caso de que algo le suceda.
Iñaki Urdangarin quiere casarse con Ainhoa Armentia
Por otro lado, la situación con la infanta Cristina no ha sido sencilla. Iñaki ha enfrentado resistencia, ya que Cristina incluyó cláusulas restrictivas en el acuerdo de divorcio. Estas prohíben a Ainhoa acercarse a los hijos de la infanta y a Iñaki casarse con ella, ya que formalizar esta relación implicaría perder el apoyo económico que recibe de la familia real. Entre las consecuencias estaría la devolución de dos millones de euros de una indemnización previamente acordada y la pérdida de una pensión mensual que actualmente ronda entre 25.000 y 50.000 euros, según recientes declaraciones.
Además, Iñaki se encuentra en una posición delicada respecto a la corona. Maneja información que podría comprometer a la monarquía, especialmente en relación con el caso Nóos. Su conocimiento de ciertos aspectos le otorga una ventaja estratégica. Si decide casarse con Ainhoa en el próximo año, la familia real podría verlo como una oportunidad para que cierre definitivamente este capítulo y no genere más problemas para la institución. Por otro lado, existe el riesgo de que revele detalles comprometedores si no logra sus objetivos.