Este 15 de enero Iñaki Urdangarin cumple 51 años en la prisión de mujeres de Brieva, en Ávila. A pesar de no haya ninguna fotografía que lo demuestre, el preso no político más famoso de España cumple condena por corrupción. El martes transcurrirá para el exduque de Palma con la tranquilidad de cada día: solo en el módulo, aislado de las otras prisioneras, con su cinta de correr, la bici estática y las espalderas en la pared para mantenerse en forma. Como cada día tendrá derecho a una llamada de 5 minutos que aprovechará para recibir felicitaciones de la infanta Cristina. La única novedad la acaba de publicar el digital Jaleos. Urdangarin estaría escribiendo sus memorias.
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El digital recuerda cómo el corrupto condenado se refugia en el catolicismo, la horticultura y la redacción: "Para soportar mejor el tiempo en soledad se encomienda a la fe y a la escritura. Tras cultivar su cuerpo y sus verduras, también ejercita su mente con ratos de reflexiones. Y escribe sin parar. Su redacción es tan fluida y constante que se cree que podría estar escribiendo sus memorias para aprovechar la estancia solitaria en la cárcel". Una bonita manera de devolver los 6 millones de euros que el Instituto Nóos se llevó de las arcas públicas baleares. Un contrato de Iñaki Urdangarin con una editorial para publicar Urdangarin: el duque em-palmado. Best seller absoluto.
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La ley penitenciaria no permite concederle el primer permiso hasta finales de 2019. Entre rumores de depresión y divorcio, las crónicas hablan de un Urdangarin "Bastante bien adaptado al régimen penitenciario. Aunque su estado es de lógico abatimiento y los días se hacen eternos" (La otra crónica). Lógico, se llama cumplir condena, a diferencia de los presos políticos que no cumplen sentencia alguna. Al preso de sangre azul le atribuyen "buen comportamiento", una certeza fácil de suponer ya que vive solo. Sigue con privilegios, como recibir a su familia numerosa al mismo tiempo: los cinco (mujer y cuatro hijos). La ley no lo permite, pero no se hizo tanto ruido como cuando Rull visitó a su hijo de 6 años en el hospital inconsciente por una conmoción cerebral.
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211 días en prisión, ni una foto suya encerrado, privilegios penitenciarios demostrados y ahora se publica que prepararía un libro de memorias. Con permiso de Letizia, Urdangarin es La joya de la corona.