Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón firmaron su divorcio en enero de este mismo año después de dos años de batalla legal para llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes, aunque ha sido el exduque de Palma el único beneficiado en esta historia. Finalmente no han querido hacer público su divorcio, pero ambos mantienen vidas paralelas. El exjugador de balonmano está enamorado de Ainhoa Armentia, nadie daba un céntimo por esta relación, pero han demostrado estar hechos el uno para el otro. En estos últimos dos años han preferido ir poco a poco hasta que se arreglasen todos los asuntos relacionados con el divorcio.
Juan Luis Galiacho asegura que ahora mismo Iñaki Urdangarin vive a cuerpo de rey gracias a la infanta Cristina. El exjugador de balonmano se ha aprovechado de los Borbón haciéndoles chantaje. Él pagó con su ingreso en prisión a cambio de que después tuviese una vida acomodada. La relación de Iñaki y Cristina se tambaleó cuando éste estuvo en la cárcel. Las visitas de la infanta eran prácticamente esporádicas. Al recibir el tercer grado, ni tan siquiera se vieron, estaba claro que el matrimonio no funcionaba.
Iñaki Urdangarin se hace de oro con los Borbón
Iñaki Urdangarin se había aprovechado de la infanta Cristina y de su familia. Sabía que si se divorciaba de la madre de sus hijo recibiría mejores condiciones por parte de la corona, nadie iba a dejar que hablase públicamente de ningún asunto, y su silencio tenía un precio. Cristina no estaba dispuesta a ceder a sus chantajes, pero Juan Carlos tenía claro que debía pagarle como le prometió para que no hiciese daño a Felipe y Letizia.
"Cuando Iñaki estaba en prisión les decía a sus amigos cuando le visitaban que le habían prometido una vida solucionada cuando estuviera fuera, que no tenía que preocuparse por nada. Pero cuando obtuvo la libertad condicional se encontró que no tenía más hogar que el de su madre y que para vivir necesitaba un empleo de mil euros a donde iba a diario en bicicleta, en una gestoría de Vitoria”, escribe Silvia Taules.
Siempre ha hecho pública una vida sencilla y humilde al lado de Ainhoa Armentia y los dos hijos de ella, pero los hoteles de cinco estrellas que visitan no se pagan con la pensión que recibe el exduque de Palma. Según Juan Luis Galiacho, Juan Carlos paga a Iñaki, dos millones de euros en concepto de indemnización y 25.000 euros mensuales de por vida. El día que fallezca el emérito será su exmujer quien se encargue de pagarle todos los meses religiosamente.