La vida de Irene Urdangarin, la hija menor de la infanta Cristina y Iñaki Urdangarin, ha estado bajo constante observación desde su mudanza a Madrid. Sobre todo a raíz de su relación con Juan Urquijo. Una historia de amor que no termina de caer bien en la casa real. Sobre todo desde que aparecieron unas fotos de la pareja besándose en plena calle. Demasiado liberal para la corona.
La casa real y los altos cargos de Zarzuela esperan que sus miembros se comporten de manera discreta y conservadora. Las demostraciones públicas de afecto de Irene son vistas como una desviación de estas expectativas. La reina Sofía, conocida por sus valores tradicionales, también se siente incómoda con estos gestos públicos. Como resultado, se ha pedido a Irene que mantenga cierta discreción, especialmente en lugares como Zarzuela o Marivent.
Nervios en Zarzuela con las muestras de amor entre Irene Urdangarin y Juan Urquijo
Además, los reyes Felipe VI y Letizia no quieren habladurías. Y prefieren que los miembros cercanos a la familia real mantengan un perfil bajo y eviten este tipo de situaciones en público. La familia ya ha enfrentado suficiente controversia con figuras como Froilán y Victoria Federica. En particular, la foto de Victoria besándose con una chica, aunque aceptada socialmente hoy en día, ha sido un tema incómodo para el ala más conservadora de la monarquía.
Pero al margen de los reyes o los altos cargos de Zarzuela, hay un miembro de la familia muy cercano a Irene a quien no le gusta un pelo la relación de Irene. Se trata de Iñaki Urdangarin, padre de la joven. La conexión de Juan Urquijo con los Borbón, la familia que ha sido fuente de tantos problemas para Iñaki, es un motivo de gran descontento para él. Los Urquijo fueron muy críticos con Iñaki durante el caso Nóos, y el exjugador de balonmano aún guarda rencor por esas humillaciones.
Iñaki Urdangarin no quiere saber nada de Juan Urquijo
La relación entre Iñaki y los Urquijo está marcada por un profundo resentimiento. Los comentarios y actitudes de los Urquijo durante el escándalo del caso Nóos dejaron una herida profunda en Iñaki, quien siente que fue traicionado y atacado en un momento de gran vulnerabilidad. La relación de su hija Irene con Juan Urquijo reaviva estos sentimientos de rencor.
De hecho, Iñaki ha impuesto una condición a Irene para conocer a su novio: solo accederá a compartir una mesa con él si Irene acepta conocer a Ainhoa Armentia, su actual pareja. Este ultimátum subraya la desconfianza y el rencor que Iñaki siente hacia los Urquijo. La propuesta "o todos o ninguno" demuestra claramente que Iñaki no está dispuesto a olvidar ni perdonar las humillaciones pasadas.