Iñaki Urdangarin no piensa frenar. Ha aceptado un tiempo muerto durante el mes de agosto por petición de la infanta Cristina quien necesitaba tomarse unas vacaciones para desconectar de esta situación tan estresante. La hermana de Felipe VI no está dispuesta a ceder a todas las peticiones del exduque, pide demasiado. El exjugador de balonmano quiere aprovecharse de la situación argumentando que pertenecer a la corona ha sido su mayor desgracia. No solo cree que sin ella no hubiesen descubierto la trama Nóos, sino que tampoco hubiese ido a la cárcel. Según Iñaki, Juan Carlos podría haberle salvado de prisión, pero decidió sacrificarle para demostrar que la justicia es igual para todos, lo mismo cree su familia. Todos los hermanos del guipuzcoano están en contra de Cristina, y eso que hasta hace pocos meses eran grandes amigos, la veían como una hermana más.
Urdangarin pide 25.000 euros mensuales como pensión vitalicia, dos millones de euros en concepto de indemnización por el libro que le propusieron escribir con sus memorias y al que renunció por el momento, varias propiedades de la costa francesa a su nombre, mantener sus escoltas por seguridad y financiar todos los viajes relacionados con sus hijos. Cristina cree que se está aprovechando y estas peticiones están muy alejadas de las capitulaciones matrimoniales que firmaron el día de la boda. La situación ha cambiado a día de hoy.
Hace más de un año que se anunció la separación tras filtrarse unas fotografías donde Iñaki daba un paseo en compañía de Ainhoa Armentia por la costa francesa de Biarritz. Se acordó que el divorcio se firmaría el pasado 5 de junio con motivo de la mayoría de edad de Irene Urdangarin y no entrometer a ninguno de sus hijos, pero el acuerdo no ha llegado por cuestiones económicas. Aunque Juan Carlos ha ofrecido hacerse cargo de todos los gastos, Cristina no está dispuesta a recibir otra humillación pública.
Iñaki Urdangarin, tentado a hablar
Iñaki Urdangarin se atreve a amenazar a Casa Real con todo lo que sabe de ellos, especialmente de Letizia y Felipe, y ya no hablemos de Juan Carlos, con quien tenía una excelente relación. Se presentó con Ainhoa en Baqueira y en Mallorca, lugares míticos de la corona. El rey tuvo que acudir a ambos lugares para echarlo.
Pero el guipuzcoano continúa haciendo mucho ruido. Iñaki cuenta a sus más cercanos que piensa hablar. Tiene una oferta de millones de euros para escribir un libro biográfico donde detallaría su historia con Cristina, Juan Carlos y el resto de la familia. El exduque y la infanta fueron los únicos que tendieron una mano a los reyes al principio de su relación. Les dejaban su casa de Barcelona para sus encuentros íntimos y sabe muchas de las fechorías del pasado de la reina, como por ejemplo el aborto que sufrió.