¿Iñaki Urdangarin o 'Don Juan' Urdangarin? A medida que pasan los días desde el estallido del escándalo matrimonial del exduque de Palma y la infanta Cristina, con las famosas fotografías paseando de la mano de Ainhoa Armentia, la nómina de amantes e infidelidades crece sin que nadie le ponga freno. Después de unos cuantos días de calma relativa en los que se ha especulado con la posible ruptura de Iñaki con su compañera de trabajo en Vitoria-Gasteiz, vuelve el ruido, los rumores y las supuestas identidades de nuevas novias del vasco. Porque sabemos que fue un gran jugador de balonmano, porque si no estaríamos ante un maestro del billar: él juega a tres, cuatro o diecisiete bandas, da igual.
Su abogado, Mario Pascual Vives, tendrá que corregir pronto sus declaraciones a Jordi Basté, porque se equivocaba en una cosa: su cliente y amigo no estaba "enajenado tras su paso por la cárcel" y por eso le ponía los cuernos a la Borbón, no. Este estado mental ya vendría de fábrica, porque antes de pisar la prisión (¡de mujeres!) de Brieva tenía la chorbiagenda a pleno rendimiento. Eso es lo que se desprende de un nuevo testimonio que han ofrecido en 'Sálvame' y que vuelve a retratar a Urdangarin como un mujeriego insaciable. Telecinco se está poniendo las botas con este caso: primero revelaron la identidad de Armentia y sus cargas familiares; más tarde que Cristina dejó al político del PP Adolfo Suárez Illana al enamorarse del vasco; y por último que la infanta pilló a Iñaki con otra señora mientras estaba embarazada de su primer hijo, Juan Valentín. El programa parece un buzón de sugerencias, porque dan voz a todo tipo de historias relacionadas con este caso. De ser ciertas, al final resultará que Juan Carlos es un niño de primaria al lado de su yerno.
La última información del espacio de La Fábrica de la Tele la sirve la amiga íntima de una chica española de 29 años residente en Suiza (dónde vive la infanta con su hija Irene) y de una posición social y económica elevada. Se conocen desde hace años, también a Cristina, que "ni se le pasa por la cabeza" esta situación. No es una relación como tal, pero sí "un tonteo clarísimo" que empezó mucho antes de que Urdangarin ingresara en un centro penitenciario a cumplir una parte de su condena de 6 años y 3 meses por el caso Nóos. La confidente, por cierto, va más allá: su amiga no es ni mucho menos la única persona con la que "tontea": por sus palabras se interpreta que habría intentado ligar con media humanidad (femenina, claro).
La testimonio llega a describir cómo era el comportamiento de Cristina e Iñaki en círculos privados y de amistad. Asegura haber coincidido con ellos en varias ocasiones, y aunque actuaran "como si no hubiera problemas", la falta de afecto del hombre hacia su mujer le llamaba la atención. "Ni empalagoso, ni cariñoso, ni detalles de algún roce". Normal: parece que todo se lo reserva para las citas con otras mujeres. Acababa hecho polvo.
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Algunos pensarán que todo este torrente de supuestas amantes es una exageración, pero es lo que pasa cuando ya te han pillado dos veces en fuera de juego: con Ainhoa y con aquella misteriosa mujer a la que enviaba correos y que se puso sobre la mesa en la Audiencia de Palma durante el juicio. Iñaki ha jugado con fuego, y ahora se está quemando.