Iñaki Urdangarin está enamorado y feliz con su nueva vida junto a Ainhoa Armentia. Ha tocado el infierno para salir del pozo y volver al cielo. El exjugador de baloncesto ha vivido los peores años de su vida y ahora recupera el tiempo perdido al lado de una de las personas más importantes de su vida. De momento de forma cauta y discreta. El padre de Pablo Urdangarin se encuentra en trámites de divorcio con Cristina de Borbón y va a ser un proceso largo y complicado. Por el momento, prefiere mantener las distancias y no mezclar familias. A día de hoy Ainhoa no conoce en persona a los hijos de Iñaki. Tampoco él a los de ella. Ahora mismo intentan disfrutar solo de ellos dos todo el tiempo que pueden.
El exduque de Palma está viviendo un sueño. A sus 55 años se siente más joven que nunca. Como muchos famosos se ha subido a la moda de mantener una relación con una persona más joven que él. Ainhoa Armentia tiene 44 años. Las diferencias físicas entre ambos son más que evidentes. Tal vez por ello Urdangarin ha decidido hacerse algún que otro retoque estético, muy de moda a día de hoy entre los hombres.
El gran cambio de Iñaki Urdangarin
Iñaki Urdangarin llevó este romance con la mayor discreción posible. La infanta Cristina se quedó en Ginebra con su hija menor, mientras que él se instaló en Vitoria junto a su madre. Hasta que no aparecieron las fotografías del exjugador de baloncesto con Ainhoa dando un paseo por la playa de Biarritz nadie sospechó nada. A día de hoy poco le importa ya al ex de la hija menor de Juan Carlos I que le pillen en compañía de Ainhoa. Cada vez eran más frecuentes las fotografías de ambos derrochando pasión.
Desde que Iñaki Urdangarin está con Ainhoa se cuida mucho más. Viste de una forma más informal, con la infanta Cristina era habitual verle con camisa, pantalón de vestir o incluso con traje. Ahora su ‘look’ es más deportivo. También llena las baldosas de su baño de cremas rejuvenecedoras y también ha pasado por clínicas de estética para someterse a tratamientos que le quiten unos años de encima. Como el uso de ácido hialurónico o bótox.
Pero ahora que está soltera, parece que la infanta Cristina le hace competencia. Quiere demostrarle que ella todavía es una mujer deseada con posibilidad de rehacer su vida. La hermana de Felipe VI se sometió el pasado verano a una intervención sencilla para eliminar su característica verruga al lado de la nariz, momento que utilizó para eliminar las arrugas y las líneas de expresión. Unos cambios físicos que se evidencian con su vuelta al gimnasio y su nuevo corte de pelo. Han sido años especialmente difíciles para ella con los que ha envejecido a pasos agigantados y ahora quiere quitárselos de encima.